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SANIDAD

Nuevas terapias abren esperanzas para el tratamiento del SIDA

Ana Alfageme

Nuevas drogas abren esperanzas para el tratamiento de los enfermos del SIDA, según el informe que presentó el director del Instituto Nacional del Cáncer de EE UU, Samuel Broder, en el curso de la quinta conferencia internacional sobre el SIDA que se clausura hoy en Montreal. Broder dio también datos del aumento considerable de la tasa de supervivencia de los enfermos del virus VIH y lo atribuyó a las drogas retrovirales como la zidovudina (AZT), "así como la mejora de los cuidados médicos y el tratamiento de las infecciones".

Entre las casi 1.000 aportaciones científicas y sociales diarias que se han presentado en Montreal, destacan varios hallazgos que parecen abrir nuevas vías para futuras terapias. Según Samuel Broder, uno de los investigadores pioneros en identificar fármacos antivíricos, desde 1982 -año en que solamente un 30% de los homosexuales de la ciudad de Nueva York sobrevivían a los 18 meses después de haber sido diagnosticados de SIDA- las cosas han cambiado mucho. En 1988 la tasa de supervivencia fue del 60%.Broder hablé también de otras drogas análogas al AZT y de las posibles combinaciones que se podrán realizar entre éstas y la zidovudina, el único fármaco aprobado hasta ahora en los Estados Unidos para su uso en los enfermos del síndrome. El investigador advirtió que quienes se dedican a desarrollar nuevas drogas contra el síndrome podrán mostrar tasas de supervivencia mejores, "hasta que no se tengan que organizar reuniones como ésta", manifestó.

Nuevas terapias

Broder revisó en su ponencia la terapia que se realiza con CD-4, un análogo de la molécula a la que el virus se une para infectar a una clase de células inmunitarias, conocido como linfocito T. El compuesto CD-4 engaña al virus evitando su acceso a la célula, aunque uno de los problemas que refieren los científicos es el escaso tiempo que permanece este compuesto en la sangre antes de ser eliminado.

Broder dijo, optimista: "Estamos al borde de poder adaptar estas moléculas y administrarlas experimentalmente a quienes están infectados por el SIDA. De esta manera se prolongaría la presencia del CD-4 dentro del organismo. En la sesión celebrada ayer en Montreal se presentó un compuesto que impide el crecimiento del virus inhibiendo una sustancia esencial para el ciclo vital del VIH.

Esta sustancia, un catalizador biológico, se denomina proteasa. Broder apuntó otra línea más de investigación: los oligonucleótidos antisentido, que pueden suponer, según dijo, una iniciativa terapéutica más en el futuro.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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