En las olimpiadas del 92 se respetarán los derechos de los no fumadores

Los no fumadores podrán asistir a los actos de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992 con la garantía de que no tendrán que compartir asiento con los fumadores e inhalar el humo de sus cigarros. Los recintos donde se desarrollen las pruebas tendrán zonas diferenciadas para fumadores y no fumadores.

Así se ha establecido en un convenio firmado por la entidad organizadora de los Juegos Olímpicos, COOB-92, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Ayuntamiento de Barcelona, el Departamento de Sanidad de la Generalitat y el Ministerio de Sanidad.

Este convenio incluye además el compromiso de evitar la publicidad y venta de tabaco en las instalaciones olímpicas y tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre de 1992.

Bajo el lema Olimpiada sin humo, el principal objetivo de esta medida es evitar la exposición de los espectadores al humo del tabaco, es decir, garantizar la protección de los espectadores para que no se conviertan en fumadores pasivos.

La calidad del aire de los distintos recintos olímpicos será controlada mediante un sistema monitorizado que medirá el nivel de humo y contaminación. El cumplimiento del convenio es responsabilidad de nueve técnicos, tres del COOB-92, tres de la Generalitat y tres del Ayuntamiento de Barcelona.

La OMS colaborará con apoyo técnico y personal y el Ministerio de Sanidad asumirá los gastos derivados de la aplicación del convenio.