Los productores españoles deciden continuar las exportaciones de fresa

Los exportadores nacionales de fresas, ubicados principalmente en Huelva y en Valencia, continuarán las exportaciones de este producto según aconsejen las condiciones del mercado, a pesar de las agresiones de los agricultores franceses. Por otra parte, los productores franceses, informa Efecom, han obtenido el apoyo de las autoridades de París para poner en marcha un plan que les compense de las importaciones.

Los productores españoles consideran que esta campaña no se han incrementado las ventas en el exterior y que ha sido además un mal año de precios para los intereses del sector. La temporada de exportación se podría cerrar en un plazo máximo de 10 días. Los exportadores no se consideran responsables de la caída de precios en Francia, opinión que coincide con la postura del propio Ministerio de Agricultura francés.A este respecto, las autoridades galas han decidido apoyar la elaboración de un plan trienal que establece una ayuda de ocho millones de francos a los productores galos para este año con el fin de mantener el mercado francés del fresón.

Hasta la segunda quincena de mayo, las exportaciones totales de fresa española durante la actual campaña ascendían a 106.000 toneladas frente a las 117.000 toneladas con que se cerró la campaña anterior. En el mejor de los casos, en medios del sector se espera llegar a la cifra de 1988, pero nunca a superarla. Las ventas semanales durante el mes de mayo no habían superado las 2.500 toneladas. En las últimas fechas se habían reducido incluso a 1.000 toneladas para el conjunto de los Estados miembros de la CE.

Francia sólo ha recibido semanalmente entre 100 y 200 toneladas de fresa, cantidad ésta, según los exportadores y productores españoles, en ningún modo suficiente para hundir mercados como denunciaban los agricultores galos.

Otros mercados

A estas altura del año, la campaña de exportación de fresa está prácticamente acabada con unas ventas de unas 800 toneladas semanales. Los productores, frente a unos precios ofertados por la industria nacional para transformación de unas 30 pesetas kilo, prefieren agotar al máximo las exportaciones a unas 200 pesetas, cotización suficiente para que los exportadores nacionales no entren en pérdidas.Para los productores españoles no es comprensible la actitud de los agricultores franceses contra una exportación española que se dirige mayoritariamente a otros mercados. Se considera indispensable hacer un nuevo planteamiento de la Política Común en este conjunto de mercados.

Al igual que en otras actividades económicas, en los productos hortofrutícolas se estima que no tendría sentido un proteccionismo a ultranza en la fresa para Francia e Italia, mientras España, con menos capacidad competitiva en otros sectores, está siendo invadida por patatas holandesas o francesas.

El Ministerio español de Economía coincide con el de Agricultura francés al señalar que la caída de precios se ha debido a una reducción en la demanda y a la mala calidad del producto y no a la fresa española.