Los inversores utilizarán una clave en los 'tesoros' para asegurar el anonimato

Los pagarés del Tesoro se integrarán definitivamente al sistema de contratación por anotaciones en cuenta el próximo 1 de julio, es decir, un mes después de lo previsto por la Dirección General del Tesoro. Una orden ministerial que se publicará hoy en el Boletín Oficial del Estado fija esta fecha definitiva e incorpora una serie de modificaciomes para garantizar el anonimato de los inversores y, por tanto, la opacidad fiscal de estos títulos.

La incorporación definitiva de los pagarés del Tesoro al sistema de anotaciones en cuenta es un paso obligado dentro de la acomodación de la deuda del Estado a la ley del mercado de valores. Desde la Administración siempre se ha negado que esta integración supusiera una variación de su tratamiento fiscal, ya que esta característica está garantizada por la ley de activos financieros de 1985.Con todo, para evitar que los temores a un posible cambio en el tratamiento fiscal alejaran a los inversores del activo opaco del Estado, la orden ministerial introduce una serie de modificaciones tanto sobre los requisitos que deben cumplir las entidades gestoras como sobre el método que pueden utilizar los tenedores de los pagarés para identificarse.

En este sentido, se abre la posibilidad a que los inversores que no deseen dar a conocer su identidad utilicen un sistema codificado, es decir, una clave como identificación ante su entidad gestora, con lo que el anonimato queda absolutamente garantizado.

Los inversores que aún sean reticentes a facilitar su nombre en clave podrán acudir a unas emisiones especiales que lanzará el Tesoro de forma esporádica de pagarés con un soporte fisico, es decir, con el sistema aún vigente.

Según fuentes del Tesoro, esos inversores son minoría pues ya a finales del primer trimestre sólo el 5% de los pagarés en circulación no se habían integrado voluntariamente en el método de contratación por anotaciones en cuenta. De hecho, de los cinco billones de pesetas que había en circulación a principios de año, sólo poco más de 100.000 millones no se habían incorporado a las anotaciones en cuenta, y esta cuantía ha ido disminuyendo a lo largo del año.

Por otro lado, y dentro del objetivo general de ampliar la oferta de deuda pública, el Tesoro va a empezar a emitir bonos a cinco años, que se unirán a la actual oferta de bonos a tres años. Las emisiones a cinco años se realizarán cada dos meses y ya se ha fijado la fecha para las dos primeras.

El próximo 8 de junio se realizará la primera subasta de este tipo de activos, que pagarán un cupón nominal del 11,5%. Las peticiones para acudir a esta subasta podrán presentarse antes del 5 de junio. La segunda emisión se resolverá el 10 de agosto al mismo interés nominal, el 11,5%, y la fecha límite para presentar las peticiones se cumple el día 7 del mismo mes.