El Parlamento Europeo quiere que los 'doce' rompan toda relación con el régimen iraní
El Parlamento Europeo invitó ayer a los 12 países miembros de la Comunidad "a romper cualquier tipo de relaciones con Irán" y a "boicotear la venta de armas y la compra de petróleo al régimen iraní". En una declaración firmada por 300 parlamentarios (de un total de 518) de distintos grupos políticos -socialista, democristiano y liberal-, la Asamblea pide a los doce que "trabajen para excluir a este régimen medieval de la ONU y obtener que la representación del pueblo iraní recaiga en el Consejo Nacional de la Resistencia".
El texto, cuya virulencia no ha pasado inadvertida, pide un "nítido apoyo a la valiente y resuelta resistencia" iraní encabezada por Masud Radjkávi, presidente del Consejo nacional de la Resistencia iraní y de la organización Muyahaidin del Pueblo.Conforme al reglamento M Parlamento Europeo, un texto de las características del firmado ayer se convierte en una resolución de la asamblea europea desde el momento que esté firmado por la mayoría absoluta de la Cámara -260 eurodiputados-, aunque no haya sido votado en una sesión plenaria.
Violación del derecho
Los diputados europeos añaden que el llamamiento de las autoridades iraníes en favor del asesinato del escritor británico Salman Rushdie es "una violación del derecho internacional y un atentado a las más elementales reglas morales" y "marca una pauta en el apoyo, extensión y exportación del terrorismo".
El escritor permanece escondido en algún lugar de Europa y hace unos días su nombre sonó de nuevo al firmar un artículo de crítica literaria en una publicación inglesa.
La declaración parlamentaria, presentada por el eurodiputado laborista británico Arthur Stanley Newens, "reafirma la aversión [del Parlamento Europeo] por un régimen asesino que ha demostrado en sucesivas ocasiones que el único lenguaje que entiende es el de la fuerza".
Los eurodiputados afirman en el texto que "en breve plazo de tiempo, millares de iraníes corren el riesgo de padecer la misma suerte que se les depara a los 90.000 prisioneros políticos que han sido ejecutados por orden personal del iman Jomeini".
La dureza del Parlamento Europeo contrasta con la relativa prudencia de los ministros de Asuntos Exteriores de la CE que el pasado 20 de febrero acordaron, a raiz de la condena formulada por el ayatolá Jomeini contra Rushdie, llamar a consultas a sus embajadores en Teherán y suspender las visitas oficiales de alto nivel con Irán.
Pero la primera medida fue abrogada un mes después a,causa de la impaciencia de países como Italia y Grecia por devolver a sus diplomáticos a la capital iraní.
Días antes de que se acordase el retorno de los diplomáticos, Irán tomó la iniciativa de romper relaciones diplomáticas con Londres.
Nada más producirse la reincorporación a Teherán de los jefes de misión el régimen islámico provocó a los europeos recalcando, como lo hizo el propio Jomeini, que los embajadores volvían humillados al tiempo que el presidente de la república islámica Jamenei ratificaba la "sentencia" de Jomeini contra el escritor británico de origen indio, Salman Rushdie.
