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El Salón del Libro de París, en crisis ante la avalancha de un público ávido de folletos

Su traslado al límite de la ciudad aleja a los grandes editores

El IX Salón del Libro de París anuncia una crisis provocada por el éxito. Desde el año pasado, el salón, que se celebraba en el Grand Palais, junto a los Campos Elíseos, se trasladó al Parque de Exposiciones de la Puerta de Versalles para poder acoger a los 200.000 visitantes que se habían alcanzado. Sin embargo, el nuevo marco no convence a algunos grandes editores, ausentes en esta edición. Los críticos opinan que los visitantes con inquietudes culturales de los Campos Elíseos han sido sustituidos en un 30% por el público de feria y de folleto.

Algunos grandes editores como André Balland, Albin Michel o Fayard no han acudido a la edición de este año, que se abrió el pasado viernes y se cierra el próximo jueves. Otros, como Flammarion o Gallimard, han reducido su espacio.En el caso de Flammarion, la extensión ha quedado limitada a la mitad, y además la editorial únicamente expone su producción anual, libros de bolsillo y literatura juvenil, sin aportar sus fondos. Editions du Seuil, por el contrario, acude con todo su potencial, así como otras casas especializadas en diccionarios o en libro técnico o lujoso, que lamentan el elitismo de los críticos.

El salón ocupa 28.000 metros cuadrados de uno de los pabellones del recinto ferial y reúne a 1.427 editores franceses y 824 editores extranjeros de 16 países, que ocupan en total 570 casetas. La gran mayoría de los editores. extranjeros, 560, procede de la República Federal de Alemania (RFA), país estrella de esta edición, mientras que no hay presencia española.

Los editores del otro lado del Rin presentan la práctica totalidad de la producción alemana y han invitado a numerosos autores de la RFA para participar en lecturas, debates y firmas de ejemplares.

La sección del salón denominada Alemania en sus libros quiere ser una contribución oficial de Bonn al bicentenario de la Revolución Francesa, al tiempo que con la semana franco-alemana del libro se subraya el papel clave de los dos países en la construcción europea.

Revolución Francesa

La vocación de totalidad se observa también en un amplio pabellón en el que se expone todo lo disponible sobre la Revolución Francesa. En esta caseta se pueden encontrar los 750 títulos sobre la Revolución Francesa que se han editado con motivo del bicentenario.La edición francesa, con más de 30.000 títulos al año, vive un buen momento. La lectura se mantiene en el segundo lugar entre las preferencias de los franceses para ocupar su ocio, inmediatamente después de la televisión.

Sin embargo, las cifras no ocultan la insatisfacción del salón, y empieza a hablarse ya de su división en dos secciones: uno, reservado a los libros técnicos y a las enciclopedias, que seguiría en la Puerta de Versalles, y otro, dedicado a la literatura y al ensayo, que volvería al Grand Palais.

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