Terje Osmundsen: "El futuro de Europa pasa por su independencia industrial y tecnológico
La vocación europea que dice manifestar el joven sociólogo y especialista en ciencias políticas, el conservador noruego Terje Osmundsen, se vio reforzada desde hace algunos meses cuando se trasladó a París para dirigir la sección de planificación estratégica de Alcatel, una de las primeras empresas multinacionales de telecomunicación. "El futuro de Europa", ha dicho Osmundsen desde esta actitud personal, pasa por su independencia industrial y tecnológica".
Osmundsen, de 32 años, ha participado en calidad de experto y como ex consejero gubernamental de su país en un seminario hispano-noruego sobre las relaciones de Noruega con la Comunidad Europea, organizado recientemente en Madrid por el Ministerio de Asuntos Exteriores de aquel país y la fundación española José Ortega y Gasset. Para él la construcción europea debe considerarse desde una perspectiva global. "Europa es un gran mosaico en el que no se puede suprimir ni lo general ni lo particular", dice, "y en donde la armonización económica debe ir unida a la armonización política, social y cultural".Antes de expresar estos juicios sobre la construcción de Europa, Osmundsen estima necesario referirse a la experiencia, calificada por él como negativa, que tuvo su país tras el referéndum de adhesión en 1972. "Los conservadores lo perdimos, y eso fue un drama increíble. No podíamos imaginar que esta cuestión iba a dividir, de la forma en que ha. sucedido, a la gente en Noruega". Osmundsen insiste en que "el espacio económico europeo es una ilusión si no incluye el espacio político, social y cultural". Se trata de sustituir el concepto de "instinto nacionalista" por el de "reflejo europeo" que dicen los franceses, aunque no está muy claro de qué manera va a poder, llevarse a cabo esta sustitución.
Trabas burocráticas
Contra esa tendencia existen trabas institucionales y burocráticas, que hay que cambiar, y aspectos económicos y comerciales. El experto noruego defiende la Europa de todos los pueblos y el mercado común televisivo y de las telecomunicaciones como eje de contención contra la invasión de Estados Unidos y Japón.Señala dos ejemplos para reforzar esta idea del peso que puede tener la periferia en la construcción de Europa: Noruega y España. "La integración beneficiaría a Europa y a los propios países nórdicos", dice. "Estos últimos tienen mucho que aportar, por ejemplo, en políticas de medio ambiente o en emancipación real de la mujer, así como en aspectos de gerencia de recursos económicos".
España ocupa, para Osmundsen, un lugar destacado en la Comunidad "porque aporta lo nuevo, lo imprevisto y el entusiasmo frente a las actitudes muchas veces estereotipadas y pretenciosas de países comunitarios como -Francia, República Federal de Alemania o Reino Unido". "Por otra parte", añade. "España tiene la misión de servir de puente entre Europa y América Latina. Europa no puede replegarse en sí misma; por el contrario, debe expandirse, aunque no en sentido colonial".
La tecnología es uno de los motores específicos que contribuirán, según el experto noruego, al fortalecimiento de Europa. "El viejo continente tiene una industria potente de telecomunicaciones, por ejemplo, pero no podemos dormirnos ante el acoso de Estados Unidos y Japón. Si jugamos mal nuestra carta, las consecuencias pueden ser catastróficas tanto para la industria nacional como para la europea. Tenemos que estar preparados para hacer frente, al empuje de las grandes multinacionales de este sector".
Una parte importante de la industria de las telecomunicaciones se está jugando en estos momentos en la sección espacial, y aquí Europa se está poniendo en un nivel competitivo con los demás grandes. "Las comunicaciones por satélite son importantes no sólo para servir de vehículo de las grandes redes públicas, sino también para transmitir servicios privados. Tienen importantes aplicaciones, también desde un punto de vista estratégico, para la detección de información y la defensa nacional".
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