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Alta participación en las elecciones de la RDA

"Vamos a doblar papeletas". Con humor y cierta resignación ante un ejercicio electoral cuyos resultados pocos dudan que volverán a rozar el ciento por ciento de "apoyo a los candidatos del Frente Nacional", los alemanes orientales acudieron ayer a las urnas para elegir a sus autoridades locales. La participación fue, según fuentes oficiales, del 98%. Las elecciones coincidieron con un ataque del órgano oficial Neues Deutschland a la revisión de la historia del comunismo iniciada por la URSS.

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El artículo exige la "no injerencia" de la URSS en la historia de Ios comunistas alemanes y, por extensión, en su política actual. Hace el órgano oficial auténticos equilibrismos dialécticos por justificar el pacto entre Hitler y Stalin que Moscú ahora condena.En las elecciones municipales en la RDA no habrá resultados dramáticos que reflejen el malestar de la población por el anquilosamiento ideológico del partido comunista (SED), por las crecientes escaseces en el suministro y por el agravio comparativo del que se considera objeto por el incremento de las libertades en otros países socialistas.

"Rozaremos de nuevo un 99% de apoyo a la política del partido", decía ya a media mañana de ayer un funcionario del partido en Berlín Este. Nadie ve posible un fenómeno Eltsin [semejante al habido en las elecciones al Soviet de los diputados en Moscú] y sin embargo las autoridades de Berlín Este han tomado todas las precauciones posibles. Los comicios han estado precedidos por numerosos indicios de nerviosismo en el régimen, celoso por impedir un proceso de liberalización similar al abierto en la URSS y otros países aliados.Como ante otros eventos conflictivos, las autoridades se deshicieron de parte del potencial de protesta por el simple método de otorgar permisos a emigrar a Occidente a algunos de los centenares de miles de ciudadanos que lo han solicitado. Los campos de refugiados de alemanes orientales en la RFA no pueden albergar ya a la avalancha que les ha llegado en vísperas de las elecciones.

También proliferaron en la RDA los rumores sobre las graves consecuencias que para el votante podía tener el utilizar las cabinas en los colegios electorales. "Quien se meta en la cabina que se olvide de permisos para visitar a sus parientes en la RFA", se aseguraba por doquier. La seguridad del Estado (Stasi) quiere dejar claro que quien no doble la papeleta ante los supervisores del Estado y la introduzca en la urna sin manipulación alguna es sospechoso. "Es lógico que no utilice la cabina y vote abiertamente para demostrar mi fidelidad a la patria", decía por la radio oficial en jornada electoral una joven madre.

Pese a ello, tanto en Berlín como en el sur de la República, en ciudades como Jena, Halle, Dresde y Leipzig, algunas de las más conflictivas, se percibía en la víspera de las eIecciones de forma clara la imposibilidad del régimen de automarginarse de las reformas internas del socialismo. La población ya no calla. Los mítines electorales, habitualmente un ritual perfectamente escenificado, se escapaban una y otra vez del control de sus organizadores."Cuándo es inválida una papeleta y cómo se pueden tachar todos los nombres?", preguntaba en Halle un joven en una asamblea electoral. El funcionario del partido respondía con circunloquios. "Insisto en saber cómo se puede expresar el rechazo a todos los candidatos", decía el osado elector. Estas escenas eran impensables hace unos años. La gente joven acude a mítines con placas con la imagen del líder soviético y el lema I like Gorbachov. Las subversivas insignias proceden de Hungría y llegan vía Checoslovaquia.

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