Enresa quiere iniciar este verano la ampliación del cementerio nuclear de El Cabril

La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) iniciará las obras de ampliación del cementerio nuclear de El Cabril este próximo verano, una vez que el Ministerio de Industria apruebe el proyecto de construcción de El Cabril II, remitido en mayo de 1988, y que el Ayuntamiento de Hornachuelos (Córdoba), término municipal donde se ubicará la instalación, conceda la preceptiva licencia de obras.

Enresa confía en que el Ayuntamiento de Hornachuelos otorgue el permiso para la ampliación del cementerio una vez que la Dirección General de Energía dé el visto bueno al proyecto, según informó Teodoro Seoane, responsable de gestión institucional de la empresa.El alcalde de Hornachuelos, José Antonio Durán, paralizó por decreto el pasado año toda actividad en El Cabril por estimar que su ubicación era ilegal al no tener licencia de apertura. La decisión municipal fue suspendida cautelarmente por la Audiencia Territorial de Sevilla y ahora espera la resolución que dicte el Tribunal Supremo. Pero parece ser que el alcalde José Antonio Durán no va a esperar a la sentencia del Supremo y convocará un pleno para debatir y aprobar las obras de ampliación del cementerio nuclear de El Cabril, único en España, que tienen un presupuesto global de 7.456 millones de pesetas.

Directivos de Enresa informaron recientemente a los alcaldes de las localidades cordobesas de Hornachuelos y Fuente Obejuna, y de las sevillanas de Alanis y Las Navas de la Concepción, municipios limítrofes al área de influencia de El Cabril, sobre las compensaciones económicas que percibirán por albergar el cementerío nuclear.

El montante total es de 5.400 millones de pesetas, de los cuales corresponde a Hornachuelos el 50%; a Fuente Obejuna, el 30%; a Las Navas de la Concepción, el 11,5%, y a Alanis, el 8,5%. Estos fondos se entregarán a lo largo de 15 años.

Antes de las lluvias de otoño

Enresa tiene previsto realizar los primeros movimientos de tierra en Sierra Albarrana, lugar donde se ubica El Cabril, antes de las primeras lluvias de otoño. El proyecto recoge la construcción de 28 plataformas de almacenamiento y una planta de acondicionamiento de residuos. El Cabril II guardará en sus instalaciones 60.000 metros cúbicos de residuos radiactivos de media y baja actividad que se produzcan en todas las instalaciones nucleares y radiactivas españolas hasta el año 2000, fecha en la que se clausurarán las instalaciones del cementerio nuclear.Precisamente la pasada semana llegó a El Cabril el primer envío de residuos radiactivos de centrales nucleares, concretamente de la de Santa María de Garoña (Burgos). A estos primeros 42 barriles radiactivos les seguirán otros 4.958 bidones de la misma central y de la de Zorita (Guadalajara).

La nueva instalación El Cabril II tendrá dos áreas diferenciadas, la de almacenamiento y la de servicios.

En la primera se situarán las estructuras de almacenamiento, en cuyo interior se depositarán los barriles de residuos radiactivos acondicionados en una matriz sólida. El espacio entre los bidones será hormigonado, con lo que el conjunto formará un monolito, que será colocado sobre una placa impermeable de hormigón armado para recoger eventuales pérdidas.