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LATINOAMÉRICA VOTA

Bush envía una delegación de congresistas para "vigilar" las elecciones panameñas de hoy

Antonio Caño

Una delegación de congresistas norteamericanos enviada por el presidente George Bush para vigilar el proceso electoral llegó ayer a Panamá, en contra de la opinión expresa del Gobierno de este país, en un desafío que enraece aún más el clima en el que se celebran loscomicios de hoy. La jornada de reflexión estuvo precedida por una declaración de los oficiales jóvenes en la que advierten que no harán "oídos sordos" ni caerán en "un silencio cómplice" ante la "brutal agresión" a Panamá.

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La delegación norteamericana está integrada por seis miembros de la Cámara de Representantes y tres senadores, cinco de ellos demócratas y cuatro republicanos. Está presidida por el representante demócrata por Pensilvania John Murtha y ampliada con un grupo de ciudadanos privados norteamericanos también designados por Bush. Entre estos últimos se encuentran Xavier Suárez, alcalde de Miami, y el funcionario del Departamento de Estado Michael Kozak, que el año pasado sostuvo negociaciones con el general panameño Manuel Antonio Noriega.El canciller panameño, Jorge Ritter, declaró que los visitantes formaban "una delegación clandestina", ya que no han informado de su presencia a las autoridades de este país ni han solicitado los documentos necesarios para entrar en Panamá.

El presidente de la delegación, John Murtha, declaró a su llegada a la base aérea norteamericana de Howard que tanto él como el resto de la delegación venían provistos de "los documentos apropiados" para visitar este país, aunque se negó a precisar en qué consistían esos documentos. Fuentes norteamericanas comentaron en privado que la delegación bipartidista obtuvo visados emitidos por Eric Arturo Delvalle, quien se mantiene como presidente en la sombra, con el único apoyo de Estados Unidos, desde que el general Noriega lo derrocó en febrero de 1988. Los miembros de la delegación no disponen de visados, puesto que su país no reconoce al actual Gobierno panameño.

Los visitantes, que llegaron a bordo de un avión oficial norteamericano, fueron recogidos en la base de Howard por tres helicópteros del Ejército de Estados Unidos, que los condujo a un lugar no identificado donde permanecerán hasta el lunes. Extraoficialmente se ha informado que se alojarán en una de las instalaciones militares estadounidenses en Panamá. El embajador norteamericano en Panamá, ArthurDavis, y el jefe del Comando Sur, Fred Woerner, dieron la bienvenida oficial a los visitantes.

Las Fuerzas de Defensa panameñas montaron controles en las proximidades de las bases norteamericanas, pero hasta el momento no han intervenido para tratar de detener a la delegación de Bush. Fuentes oficiales sugirieron, sin embargo, la posibilidad de que los observadores de la Casa Blanca sean expulsados de Panamá en el momento en que intenten intervenir en el proceso electoral.

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Informe para la Casa Blanca

El senador Mortha declaró sobre la pista de la base aérea de su país que Bush les había enviado para "asegurarse que las elecciones tengan el resultado que el pueblo panameño elija". Anunció que después de su trabajo aquí elevarán sendos informes a la Casa Blanca y al Congreso.Murtha fue uno de los observadores que el presidente Ronald Reagan envió a Filipinas en 1986 durante las elecciones que provocaron la caída de Ferdinand Marcos. El canciller panameño declaró ayer a EL PAIS que Estados Unidos tiene planes para repetir en Panamá la experiencia ocurrida en Filipinas.Los representantes norteamericanos vigilarán, según un comunicado oficial de la Casa Blanca, "cómo el régimen de Noriega lleva a cabo esta elección". El presidente Bush está interesado, de acuerdo con la citada declaración, en que los comicios de hoy sean "libres y justos". Esta misma semana, el presidente norteamericano advirtió que no reconocería los resultados si éstos daban vencedor al candidato de la oficialista Coalición para la Liberación Nacional (Colina).

Este caso ha incrementado la tensión entre Panamá y EE UU en vísperas de unas eleccionesrodeadas de rumores sobre violencia y fraude. Una fuerte vigilancia militar norteamericana custodiaba ayer las instalaciones de Howard ante el peligro de que la llegada de los congresistas pudiese provocar incidentes entre las fuerzas armadas de los dos países. El Gobierno panameño ha anunciado que sólo los observadores oficialmente autorizados pueden vigilar el proceso.

También a la base de Howard, pero en su caso con autorización oficial panameña, llegó el viernes el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter, que pidió a las autoridades de este país que cumplan con la promesa que le hizo Omar Torrijos de dotar a Panamá de un régimen democrático. "Esperamos", dijo el hombre que se comprometió a entregar el canal a Panamá, "que la promesa de Torrijos se cumpla. Carter fue acompañado hasta ayer por el también ex presidente Gerald Ford.

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