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Fuentes Quintana, partidario de crear un "infierno fiscal" contra el fraude

"El Gobierno debe crear, si es preciso, un verdadero infierno físcal en la lucha contra el fraude, con tal de conseguir el cumplimiento de las obligaciones tributarias", señaló ayer Enrique Fuentes Quintana, que ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales correspondiente a 1.989, fallado ayer al mediodía en Oviedo.

El galardón fue otorgado a Fuentes Quintana por mayoría, y en la justificación del mismo, el jurado ha definido al ex vicepresidente segundo del Gobierno y catedrático de Derecho Fiscal como maestro de varias generaciones de economistas, creador de una escuela fructífera de Hacienda Pública española y estímulo del pensamiento económico español.Fuentes Quintana, reconocido como el mayor impulsor de la reforma fiscal española, manifestó que la lucha contra el fraude debe ser la tarea prioritaria del Gobierno, distinguiendo dentro de este mismo objetivo la necesidad de una mayor explicación y clarificación del gasto, así como la moderación de los tipos de gravámen: "Las leyes valen lo que valen las costumbres de los contribuyentes y el Gobierno tiene que conseguir convertir en costumbre lo que es ley".

En relación a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la tributación de los matrimonios en el IRPF, Fuentes Quintana afirmó que el tratamiento de la familia como unidad fiscal "ha sido un gran error".

Para Fuentes Quintana, el Gobierno deberá elegir entre un sistema simple de tributación por separado o, en su defecto, la apliación del sistema alemán, ,que implica la suma de las rentas ,de los cónyuges y su división por dos. El sistema francés, en el que el divisor es equivalente al número de miembros de la familia -incluye los hijos- es demasiado generoso, en opinión del catedrático de Derecho Fiscal.

Los economistas y la transición

Fuentes Quintana destacó el patronazgo de la Corona y la gran tradición que posee el premio Príncipe de Asturias, resaltando, al mismo tiempo, que el galardón viene a reconocer la labor de todos los economistas en general y distingue el papel de una profesión "en la que yo sólo soy un número". En una exposición amplia de la evolución seguida por la políticá económica, Fuentes Quintana distinguió tres hitos claves, como son el Plan de Estabilización de 1959, bajo el magisterio de Joan Sardá; la política de ajuste de la crisis, concretada en los Pactos de la Moncloa y en la política del Gobierno socialista emprendida a partir de 1982 y, por último, la integración en Europa: "Todo este proceso hubiera sido imposible sin los economistas". El premio Príncipe de Asturias a las Ciencias Sociales se decantó con siete votos en favor de Enrique Fuentes Quintana por seis para el ex presidente del Tribunal Constitucional, Manuel García Pelayo. Ambos habían sido finalistas en años precedentes, informa Mario Bango.El presidente del jurado, José Luis Pinillos, hizo referencia a los cuatro finalistas sobre los que se produjeron las votaciones a lo largo de la mañana de ayer: Fuentes Quintana, García Pelayo, el escritor y economista José Luis Sampedro y el historiador Manuel Tuñón de Lara.

Formaban el jurado, además de José Luis Pinillos, Miguel Boyer, Álvaro Cuervo, Elías Díaz, Ángel Fernández Noriega, Manuel Fraga Iribarne, Gregorio Peces Barba, Víctor Pérez Díaz, Luis Ángel Rojo, José Ángel Sánchez Asiain, Jordi Solé Tura, Francisco Tomás y Valiente y José López Muñiz.

Un vicepresidente para la historia

Enrique Fuentes Quintana nació en Carrión de los Condes (Palencia) el 13 de diciembre de 1924. Estudió en la universidad de Madrid, licenciándose en las facultades de Ciencias Políticas y Económicas y en 1948 se doctoró en Derecho. Dos años después lo hizo en Ciencias Políticas y Económicas.En junio de 1956 obtuvo por oposición la cátedra de Economía Política y Hacienda Pública de la universidad de Valladolid; y en 1958 consiguió la cátedra, también por oposición, de Hacienda Pública y Derecho Fiscal. Participó en la elaboración del Plan Nacional de Estabilización Económica de 1959 y fue, entre 1960 y 1968, representante de España en el Comité de Política Económica de la OCDE.

En 1970 fue nombrado director del Instituto de Estudios Fiscales. En 1976 dimitió como director del Instituto, por discrepancias con el entonces ministro de Hacienda, Juan Miguel Villar Mir, y pasé a ocupar el puesto de director de Estudios y Programación de la Confederación Española de Cajas de Ahorro.

Nombrado en junio de 1977 senador por designación real, pasó a ser, en julio de ese mismo año, vicepresidente segundo para Asuntos Económicos del primer Gobierno presidido por Adolfo Suárez.

Destacado experto y estudioso en temas económicos, fue uno de los cerebros de los pactos de la Moncloa. En 1986, Fuentes Quintana propuso al Gobierno una reforma del IRPF en la que se establecía una tarifa lineal del 24,5% en el impuesto. Fue consultado por La Zarzuela, en 1988, para prestar asesoramiento acerca del futuro universitario del príncipe de Asturias.

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