El presidente de Corea del Sur amenaza con la ley marcial tras la muerte de 6 policías
El presidente de Corea del Sur, Roh Tae Woo, amenazó ayer con imponer medidas de emergencia en el país, entre las que no descartó la implantación de la ley marcial. Su amenaza se produjo después de que seis policías resultaran muertos y 20 heridos durante un incendio provocado por un grupo de estudiantes en el interior de la biblioteca de la universidad de Dongui, en Pusán.
"Si las protestas ilegales y violentas continúan amenazando a la democracia, el presidente no tendrá más remedio que imponer las medidas de emergencia previstas en la Constitución", declaró el presidente en una intervención televisada en directo. El jefe nacional de la policía, Cho Jong Suk, presentó su dimisión al asumir la responsabilidad de los enfrentamientos, los más violentos registrados en los últimos años entre los estudiantes y la policía.Los choques comenzaron durante las protestas celebradas con motivo del Primero de Mayo en el puerto sureño de Pusan, cuando la policía realizó disparos de advertencia sobre las cabezas de los estudiantes que atacaban un puesto policial. Un estudiante fue detenido. Como réplica, cinco agentes fueron tomados como rehenes durante una manifestación celebrada el martes. Los estudiantes encarcelaron a los hombres, con los ojos tapados, en un aula del séptimo piso de la biblioteca de la Universidad de Dongui.
En la jornada de ayer, al menos 700 policías lanzaron gases lacrimógenos al interior del edificio e intentaron asaltarlo. Los estudiantes bloquearon la entrada al aula con armarios, sillas y latas de combustible e impregnaron de gasolina el suelo. Cuando la policía consiguió traspasar la barricada, los estudiantes quitaron la camisa de uno de los rehenes, le prendieron fuego y la arrojaron al suelo. Entonces huyeron con los rehenes hacia el tejado.
Atrapados por el fuego y el humo, tres policías, sus ropas en llamas, se lanzaron desde las ventanas del séptimo piso. Otros tres se ahogaron y quemaron hasta la muerte en la habitación. Once agentes más y un estudiante que no había logrado escapar con el resto se tumbaron en el suelo, donde resultaron gravemente heridos. Más tarde fueron llevados al hospital.
En la 'mili'
Todas las víctimas tenían entre 20 y 30 años, y tres de ellas se encontraban cumpliendo el servicio militar, que en Corea del Sur se puede prestar en el cuerpo policial. Informaciones procedentes de Pusán una ciudad portuaria situada a 600 kilómetros de Seúl, la capital del pais, indican que unos 90 estudiantes fueron detenidos en el campus de Dongui y que los cinco agentes retenidos a la fuerza en el interior de la biblioteca fueron liberados desarmados y sin heridas. Horas después del drama vivido en la universidad, unos 150 policías se manifestaron junto a la comisaría principal de Pusán para protestar por la falta de precauciones adoptadas por sus superiores durante el asalto. Los grupos de oposición y la Federación Nacional de Estudiantes culparon a la policía de las trágicas consecuencias del asalto.La tragedia de la universidad de Dongui, obligada a cerrar sus puertas durante 10 días por orden del Ministerio de Educación, estuvo precedida por ataque de un grupo de unos 50 estudiantes a una comisaría de policía de la localidad de Songho, a 180 kilómetros de Seúl. En el asalto resultaron heridos seis agentes, que, según fuentes oficiales, fueron incapaces de evitar que los asaltantes robaran algunas armas de fuego.
Esa acción, la primera en la que los estudiantes se han apoderado de armas policiales, y la retención cinco agentes en el interior de la biblioteca de Dongui ha sido considerada en Corea del Sur como la crisis más grave des de los sucesos de Kuangju, donde, en mayo de 1980, se registraron más de 200 muertos durante una revuelta.
Un portavoz oficial confirmó ayer que los responsables de las carteras de Justicia, Interior y Defensa se reunieron con el presidente Roh Tae Woo, muy criticado por el ala derechista del Partido para la Justicia Democrática (PJD). El presidente Roh ha sido criticado por no haber adoptado medidas más severas contra lo que sus militantes más radicales denominan "violentos revolucionarios izquierdistas". En este sentido, el responsable de la agencia surcoreana de seguridad explicó el pasado martes que en Corea del Sur existen 10.000 de esos "revolucionarios izquierdistas", de los que 3.000 pertenecen a los grupos más activos y el resto, 7.000, son simplemente simpatizantes.
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