Delatores de pirómanos
El museo permite contemplar iconografías religiosas pertenecientes a una época oscurantista que se empleaban como reclamos a la divinidad para apagar los incendios...; 5.000 miniaturas de todos los países; miles de cajetillas de cerillas con el tema del fuego y los bomberos; una colección de todos los sellos del mundo con este tema.La historia de los bomberos está salpicada de anécdotas: algunos municipios españoles comenzaron a adoptar medidas más racionales para atajar los incendios hacia la primera mitad del siglo XIV.
En las principales ciudades, los corregidores requerían, mediante un pregón, la obligación que tenían los obreros de la construcción (albañiles y carpinteros) de acudir a los incendios y colaborar en su extinción. Igual obligación tenían los carreros y aguadores, y se establecieron premios en metálico, hasta 20 libras, para recompensar a quienes delatasen a los que causasen incendios.
El aviso de fuego estaba a cargo de los sacerdotes que avisaban tocando las campanas de la parroquia. Con el paso del tiempo, el servicio y los medios se mejoraron.
La primera bomba de vapor llegó a España en 1862, y la adquirió el Cuerpo de Bomberos de Madrid. La segunda se conserva en Barcelona como vehículo histórico y fue adquirida en 1878 por 18.309 pesetas.
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