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Redondo pregunta a González si hay que esperar 25 años para que reparta la tarta de la riqueza

Nicolás Redondo, secretario general de UGT, acusó ayer al Gabinete socialista de gobernar con "un sofisma tan viejo como la explotación de los trabajadores primero crecer para después repartir". Frente a los miles de trabajadores que acudieron a la primera manifestación unitaria de UGT y CC OO desde 1982, el dirigente ugetista lanzó una pregunta, dirigida a Felipe González: "¿Cuando se va a repartir la tarta de la riqueza? ¿Dentro de 25 años?". Los mismos que ha pedido recientemente el presidente del Gobierno para culminar su proyecto.El secretario general de CC OO, Antonio Gutiérrez, repartió sus críticas entre el Gobierno, la patronal CEOE y la derecha y atacó las alianzas, "esas peligrosas amistades", tendentes a impedir que se atiendan las demandas de los trabajadores. Para este dirigente, en España "ha dejado de ser cierto que cada pueblo tiene el Gobierno que se merece y está convencido de que los ciudadanos no se van a resignar a que se intente envejecer prematuramente la democracia y van a seguir reclamando participación.

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Miles de manifestantes

En la marcha iniciada en la glorieta de Atocha y que culminó en la Puerta del Sol participaron decenas de miles de manifestantes -500.000, según los organizadores; 30.000, en cálculos de la delegación del Gobierno-, pese a coincidir el Primero de Mayo con un puente de cuatro días en la comunidad madrileña. Aunque la UGT no había invitado a los dirigentes del PSOE, acudieron varios representantes de Izquierda Socialista y Luis Gómez Llorente, apartado voluntariamente de la política hace varios años y poco dado a apariciones públicas, quien marchó discretamente junto a la federación de enseñanza de UGT. También asistieron los dirigentes de Izquierda Unida y Euskadiko Esquerra.Por la tarde, UGT celebró su tradicional fiesta en la Casa de Campo, lo mismo que había hecho la unión regional de CC OO en la noche del pasado viernes.

La Confederación General del Trabajo, antes CNT, se unió a la manifestación unitaria pero no se sumó a la cabeza, en protesta porque UGT y CC OO no quisieron incluir sus siglas en la pancarta, ni permitieron a su secretario general, José March, participar en el mitin final. Asimismo participaron el Sindicato Unificado de Policía (SUP) y otras organizaciones sindicales, de estudiantes, vecinos y cooperativas.

A todos ellos agradeció Nicolás Redondo que acudieran voluntariamente a reclamar un proyecto de progreso. Para el líder sindical, eso "en plata" quiere decir que no haya un solo trabajador en paro, un anciano en la miseria, un jóven en la marginación y una mujer discriminada.

También agradeció a los "intelectuales orgánicos" que se hayan dado cuenta después del 14-D que los trabajadores existen, aunque sólo sea en el plano teórico, y aún no comprende cómo a una huelga general masiva el Gobierno contestó con un pacto con el PP y preguntó a los .manifestantes si alguno cree que se pueda hacer una política social aliándose con la derecha. El giro social, en su opinión, solamente se puede hacer de acuerdo con los sindicatos y los trabaja dores que votan izquierda.

El máximo dirigente de CC OO pidió de nuevo el cambio de una política económica iniciada "por el autor de las medidas de ajuste [el ex ministro de Economía Miguel Boyer] que hoy es uno de los principales novios de la gran banca".

Citando las directrices de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), en la que todavía Comisiones no ha ingresado, Gutiérrez pidió a los manifestantes que pongan "mucha atención en lo que nos jugarnos" en las elecciones europeas. Puso cuidado en no requerir el voto para ninguna fuerza política, pero sí fue claro al afirmar "no podemos dar nuestra confianza a un Gobierno que tiene la desfachatez de pedirnos 25 años más y al mismo tiempo nos describe la España que nos espera cuando se ponga en marcha el mercado único". Una Europa en la que, según sus palabras, camparán libremente los especuladores y las grandes multinacionales.

A la patronal CEOE la llamó "mezquina y reaccionaria" por haber sido la única que, junto a la británica, ha votado en contra de la carta social europea. Gutiérrez concluyó haciendo un llamamiento a la afiliación y a la unidad, asegurando que "se acabó la discordia entre los sindicatos".

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