_
_
_
_

Ofensiva diplomática de Hassan II para reunir en junio una 'cumbre' árabe en Marruecos

El rey Hassan II de Marruecos ha lanzado una ofensiva diplomática para conseguir la realización de una cumbre árabe, a celebrar el mes que viene en su país, para elaborar una estrategia de paz en Oriente Próximo y apoyar a Yasir Arafat, el líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Precisamente ayer se anunció que éste viajará a Francia a comienzos de mayo.

Fuentes diplomáticas aseguran que, de tener éxito la iniciativa del monarca marroquí, Egipto y Siria, enemistados desde hace más de 10 años, se encontrarían por primera vez en la última década. Libia, sin embargo, ya ha anunciado que no asistirá a la cumbre si Egipto está presente. La cumbre serviría también para apoyar implícitamente el reconocimiento de la central palestina al derecho a la existencia del Estado de Israel.El monarca marroquí ha decidido tomar el relevo tras la negativa de la monarquía saudí a albergar la próxima reunión ordinaria de jefes de Gobierno árabes sin la seguridad de un compromiso previo entre los participantes, debido al fracaso de sus esfuerzos por reconciliar a Siria con sus enemigos más recalcitrantes, Irak y Egipto, a la evidencia de las dificultades y la gravedad de los dos problemas centrales: el palestino y el libanés,

Hassan II, astuto político, ha puesto en marcha su diplomacia y ha ofrecido Rabat como sede de esta nueva cumbre extraordinaria. La última reunión ordinaria se celebró también en suelo marroquí. Fue en Fez, en 1982. Las primeras reacciones a la propuesta marroquí parecen positivas, y sólo el escollo egipcio podría impedir su celebración.

Egipto, que fue expulsado de la Liga Arabe tras firmar la paz con Israel, en 1979, se encuentra de hecho, aunque no formalmente, reintegrado en ese foro tras la cumbre extraordinaria celebrada en Animan en noviembre de 1987. Su ayuda a Irak en la guerra del Golfo y la intensa labor de mediación de su presidente en el problema palestino han hecho virtualmente inconcebible su inasistencia. De producirse tal, los seis países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo han amenazado con boicotear cualquier intento de reunión.

El problema del liderazgo

Todo este conglomerado de problemas, a primera vista tan dispares e inconexos, resulta estar bastante ligado en torno a un eje: la tópica falta de unidad árabe o, si se prefiere, la rivalidad por el liderazgo de ese conjunto de naciones. La pieza clave del juego es Siria, un país sin gran potencial económico, pero con un gran ascendiente ideológico sobre los grupos árabes más extremistas.Sus aspiraciones expansionistas en Líbano o sus discrepancias tácticas con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) constituyen uno de los principales escollos para resolver esos problemas. Cómo el resto de los países hermanos pueden conseguir su cooperación sin que sus gobernantes se sientan desplazados, es asunto delicado que sólo entre árabes puede encontrar solución, pero en el que no deben desentenderse ninguna de las tres grandes potencias, EE UU, la URSS y Europa.

Sadam Husein recibió ya el sábado por la noche un mensaje de Hassan II de manos del presidente del Parlamento marroquí, Ahmad Osman, en el que le convocaba a la cumbre "para examinar la situación en el mundo árabe".

Osman indicó, entre otras cosas, que el mensaje especificaba que "ninguna solución puede aportarse a la crisis de Líbano sin la voluntad del pueblo libanés y el apoyo árabe". Asimismo, el mensaje ofrecía la posibilidad de la creación de una fuerza árabe multinacional que "sustituiría a las fuerzas ahora presentes" en Líbano, informa France Presse.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_