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Casi un billón de pesetas costará la reforma de la enseñanza, cuyo proyecto presentó ayer Solana

ESTEBAN S. BARCIA, A casi un billón de pesetas (969.949 millones exactamente) ascienden los incrementos de gastos a realizar en todo el territorio nacional para la implantación de la reforma del sistema educativo no universitario, cuyo proyecto definitivo fue presentado ayer por el ministro de Educación y Ciencia, Javier Solana. La reforma, que se aplicará gradualmente a partir del curso 1991-1992, conllevará, entre otros aspectos importantes, una remodelación profunda del actual sistema de formación profesional y la ampliación en dos años del período de escolaridad obligatoria, que abarcará desde los 6 hasta los 16 años de edad, y a cuyo término habrá un bachillerato de dos años o, alternativamente, el nivel superior de la nueva formación técnico-profesional.

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Previsión sin precedentes

El ministro de Educación y Ciencia, Javier Solana, presentó ayer el Libro Blanco para la Reforma del Sistema Educativo, en el que se resume la reordenación de todas las enseñanzas actuales, desde la escuela infantil (0 a 6 años) hasta el umbral de la Universidad, al que se llegará a la edad de 18 años, y a la que se accederá tras una prueba de ingreso al término del nuevo bachillerato. Dicha reordenación adquirirá rango de ley, que sustituirá a la vigente desde 1970. El proyecto correspondiente entrará en las Cortes en el otoño próximo, al comienzo del período de sesiones del nuevo año parlamentario.La reforma que se proyecta es, tal y como señaló el ministro, el resultado del debate de dos años sobre la inicial propuesta de reforma que su antecesor en el cargo, José María Maravall, presentó en junio de 1987. Solana destacó el amplio grado de acuerdo que ha llegado a alcanzarse al término de dicho debate. El ministro aseguró que había dialogado con los máximos dirigentes de todos los partidos parlamentarios, lo que le permite augurar un amplio consenso a la futura ley y a la filosofía general de la reforma, que garantizará la puesta en práctica de la misma a lo largo del calendario previsto: desde el curso 1991-1992 hasta el de 1996-1997.

Del mismo modo, los responsables de la Administración central han convenido las grandes líneas de la reforma y de su planificación concreta con los Gobiernos de las comunidades autónomas con competencias plenas en materia de política educativa, a los que corresponderá la responsabilidad de aplicar la reordenación del sistema educativo en sus respectivos territorios.

Desde una perspectiva socioeconómica e incluso política, So lana señaló que la reforma del sistema educativo vigente desde 1970 se justifica, entre otras razones, por la nueva concepción de la, educación derivada de la Constitución de 1978, nuestra integración en la Comunidad Europea y la aceleración del cambio en los procesos culturales, y productivos.

Razones educativas

El ministro se refirió también a las razones más estrictamente educativas que justifican la necesidad de la reforma y, entre ellas, destacó el actual desfase entre la conclusión de la escolaridad obligatoria (a los 14 años) y la edad mínima laboral (16), así como la posibilidad de que accedan a la formación profesional (FP) quienes vio concluyen positivamente la educación obligatoria, o la ausencia de una regulación educativa de las enseñanzas infantiles.

En coherencia con las razones apuntadas, la reforma abordará la ampliación de la educación obligatoria y gratuita hasta los 16 años y la reordenación del sistema. Éste quedará configurado en las siguientes etapas: educación infantil (no obligatoria), de 0 a 6 años; primaria (obligatoria), de 6 a 12; secundaria obligatoria, de 12 a 16; bachillerato, de 16 a 18. La formación profesional quedará organizada en módulos profesionales, los primeros, al término de la secundaria obligatoria, y los superiores, al final del bachillerato.

Javier Solana precisó que toda esta reordenación implicará una ampliación de la actual oferta educativa para el período comprendido entre los 0 y los 3 años de edad; la consecución de la escolarización al ciento por ciento de los alumnos entre 3 y 16 años; la ampliación de la escolarización entre los 16 y 18 años hasta el 80% de la población total; la incorporación de especialistas en educación física, música y lengua extranjera en el nivel de educación primaria, y la configuración de una etapa de educación secundaria obligatoria de cuatro años (12 a 16), organizada de acuerdo con criterios de comprensividad (contenidos educativos comunes), matizada en el segundo ciclo de la misma (14-15 años) con una optatividad progresiva.

En cuanto al nuevo bachillerato, se establecerán cuatro modalidades: de Humanidades y Ciencias Sociales, de Ciencias Naturales y de la Salud, Técnico y Artístico.

La formación profesional (concebida en la reforma como un período educativo del que se corresponsabilizarán conjuntamente el sistema educativo propiamente dicho y el productivo) dividirá en dos grupos sus actuales contenidos formales. El primero de ellos, una "fórmación profesional de base" que recogerá las materias generales de carácter preprofesional, se incluirá en la enseñanza secundaria y en el bachillerato. El segundo, formación profesional específica, se estructurará en módulos profesionales que permitan una formación para ejercer un número relativamente amplio de puestos de trabajo dentro de una profesión o familia profesional.

Calendario

El ministro detalló por último el calendario de aplicación de la reforma. Durante el curso 1989-1990 se promulgará la ley y se iniciará el debate sobre la reforma de los contenidos (planes de estudio o currículos) de todos los niveles educativos; en el año académico 1990-1991 se procederá al desarrollo reglamentario de la ley y al diseño definitivo de los contenidos educativos de base (una novedad de la reforma es que los centros educativos tendrán un amplio margen de autonomía para establecer su peculiar diseño curricular). En el curso 1991-1992 se implantarán los cursos primero y sexto de la nueva enseñanza primaria y los módulos 2 y 3 de FP; en 1992-1993, el segundo de primaria y el primero y el segundo de secundaria; en 1993-1994, el tercero de primaria y el tercero de secundaria; en 1994-1995, el cuarto de primaria y el cuarto de secundaria; en 1995-1996, el quinto de primaria y el primero de bachillerato, y en 1996-1997, el segundo de bachillerato y la generalización de los módulos 3 de FP.

Durante los dos próximos cursos, la Administración adoptará una serie de medidas que iniciarán ya la reforma y que se plasmarán en varios grandes planes nacionales específicos de reforma de la FP, formación del profesorado, investigación educativa, extensión de la educación física, creación de nuevos centros y obras de adaptación, así como de mejora de la enseñanza de lenguas extranjeras.

[Las flechas de regreso del mundo laboral a los módulos de formación profesional que se reflejan en el gráfico que encabeza esta información, indican el posible acceso a la FP reglada de los trabajadores adultos que previamente no hubieran transitado el sistema educativo formal o se hubieran visto obligados a abandonarlo en alguno de sus escalones.]

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