La CE adoptara una posición común sobre la deuda

Los doce adoptarán en el Consejo Europeo de Madrid de junio una postura común tendente a facilitar la devolución de la deuda por los países con renta media, como los de América Latina, y que a continuación defenderán en la cumbre de los países industrializados que tendrá lugar en París a mediados del mes siguiente. Esta conclusión emerge del encuentro informal que celebraron ayer por la mañana en esta ciudad andaluza los ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad Europea y sus homólogos del llamado Grupo de Río, integrado por los principales países acreedores y democráticos latinoamericanos (Argentina, Brasil, Colombia, México, Perú, Uruguay y Venezuela).

IGNACIO CEMBRERO, ENVIADOESPECIAL, "El mundo industrializado, y concretamente la Comunidad, se está concienciando de que la deuda es un obstáculo al desarrollo", afirmó el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, "y por eso estamos trabajando para disponer en Madrid de una posición común que trasladaremos a la cumbre de los países industrializados de París", del 14 al 16 de julio. "Tengo la esperanza", añadió por su parte el anfitrión español, Francisco Fernández Ordóñez, "de que ciertos consensos puedan emerger en la cita madrileña", a la que acudirán los jefes de Estado y de Gobierno de los doce.La elaboración de una postura comunitaria sobre la deuda, por muy vaga que sea a causa de las reservas de Bonn y Londres, sería un buen tanto para la presidencia española, según opinaron fuentes diplomáticas, como también lo ha sido conseguir que el encuentro con los cancilleres del Grupo de Río se desarrollase fuera de su marco habitual y coincida con la celebración de un consejo informal de los ministros de Exteriores de la CE. Hasta ahora, muchos jefes de la diplomacia europea no solían asistir a este tipo de reuniones.

'Conspiraciones'

Fernández Ordóñez recordó con humor en la cena que ofreció el viernes por la noche a los cancilleres las conspiraciones que, antes incluso del ingreso de España en la CE, llevó a cabo con sus amigos latinoamericanos para fomentar el diálogo entre ambos continentes.

El empeño ulterior de la presidencia española por "echar una mano" en la solución del problema de la deuda quedó plasmado en la publicación en marzo por los ministros de Economía de los doce de un comunicado de apoyo al plan del secretario del Tesoro de EE UU, Nicholas Brady.

En sus intervenciones, los cancilleres hicieron hincapié en que, como señaló el argentino Dante Caputo, "los armamentos nucleares y los conflictos regionales no son las únicas amenazas a la paz", porque, añadió, "si ustedes viajan en. primera clase, basta con que un pasajero de segunda, como nosotros, lleve una bomba para que se caiga todo el avión".

Tras proporcionar unas estadísticas escalofriantes que ponen de relieve que la renta per cápita fue en 1988 en América Latina un 1,5% inferior a la del año anterior, el orador argentino se preguntó: "¿Cuánta pobreza podrá resistir la libertad? ¿Hasta dónde las aspiraciones básicas de nuestros pueblos de libertad y bienesta- podrán continuar unidas? ¿Qué impedirá la aparición en escena del Doctor Fausto?".

"América Latina", prosiguió el canciller mexicano, Fernando Solana, "no puede seguir haciendo el esfuerzo" que supone la devolución de una deuda que ronda los 450.000 millones de dólares y de sus intereses "cuando están de por medio no sólo sus sistemas democráticos, la calidad de vida de su población, la esperanza de sus jóvenes...". "América Latina", concluyó, "no debe continuar con el esfuerzo, y no lo va a hacer".

Ante la descripción de esta situación de desesperanza, según DanteCaputo, Delors resumió las tres dificultades con las que se encuentra la. Comisión a la hora de acercar los puntos de vista de los doce: el temor a suscitar vanas ilusiones, la necesidad de vincular la reducción de la deuda a determinadas condiciones de saneamiento de sus economías y el deseo de evitar transferir gran parte de los riesgos asumidos por los bancos comerciales al Estado, es decir, a los contribuyentes, a lo que se resisten sobre todo la RFA y el Reino Unido. Estos dos países son los principales acreedores europeos Latinoamérica.