_
_
_
_
_

González hace balance en Estrasburgo de la presidencia española

El presidente del Gobierno español, Felipe González, interviene hoy ante el Pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo para hacer un balance anticipado de la presidencia española de la CE. El discurso, que hace referencia al esfuerzo de programación y al trabajo desempeñado por España en su primera oportunidad al frente de la CE, tiene un claro contenido político, apuesta por la profundización de la integración europea y plantea la necesidad de una reforma que refuerce el papel del Parlamento.La de hoy será la única intervención de Felipe González ante el Parlamento Europeo durante el presente semestre de mandato español. Esta comparecencia a mitad de la presidencia, en lugar de al final, como es habitual, viene impuesta por razones de calendario. En junio es imposible por la disolución del Parlamento a causa de las elecciones que se celebrarán entre el 15 y el 18 de ese mes, y "convocar la cita en mayo hubiera concitado críticas de electoralismo", según un portavoz de la Moncloa. La intervención se produce después de la visita, el 30 de marzo, a Bruselas, en la que el presidente del Gobierno acordó con la Comisión Europea el calendario de temas pendientes.

Al contrario del discurso programático del 17 de enero ante esta misma Cámara por el ministro de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, en el que se hizo un recuento minucioso de tareas, el presidente ha optado por una intervención política, centrada en el desarrollo del Acta única y el objetivo del mercado único a partir de 1992. El anticipo de balance se centrará en cinco grandes temas. Destaca el reto de la unión económica y monetaria, punto central de la cumbre de Madrid y sobre el que no se podrá ir más allá de una declaración política. Precisamente el llamado Comité Delors se reunió ayer y hoy en Basilea piara ultimar su informe, que se someterá primero a debate de los ministros de finanzas.

Junto a la unión monetaria, González insistirá en los esfuerzos para lograr la cohesión económica y social, a pesar de las dificultades que subsisten. La dimensión social se había acariciado como uno de los objetivos de la presidencia española, pero quedará casi virgen para presidencias posteriores.

La dimensión exterior es la actividad en la que España ha cosechado resultados más vistosos, con un mayor protagonismo de la CE en Oriente Próximo, Asia, Europa del Este y Latinoamérica. El desarrollo de la cooperación política, las propuestas sobre deuda exterior y la supresión de fronteras risicas para las personas, junto a los acuerdos en materia cultural y de medio ambiente, son los campos donde se espera aglutinar consensos. El principal interés se va a centrar en la propuesta de reforma institucional y mayores poderes para el Parlamento Europeo, hasta ahora simple Cámara de control, sin competencia legislativa. Las iniciativas españolas, secundadas por países como Italia, chocan con la oposición frontal del Reino Unido y Dinamarca.

El hecho de que todavía falte "un trimestre de intenso trabajo" para la cumbre de Madrid, el 26 y el 27 de junio próximos, que servirá de colofón a la presidencia española de la CE, impedirá hacer un balance concreto. Según la Oficina del Portavoz del Gobierno, "hay que resaltar que la programación hecha a principios de año se va cumpliendo y que se ha avanzado en algunos temas estancados, como la televisión sin fronteras y el paquete de reformas agrícolas heredado de los griegos". La opinión del Gobierno es que España está realizando un "trabajo riguroso, serio y responsable" al frente de la CE.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_