Los noruegos se replantean con cautela su adhesión a la CE
"Ahora los noruegos, en general se sienten europeos, y quieren es trechar los lazos con la CE", afir mó ayer Thorvald Stoltenberg ministro de Asuntos Exteriore de Noruega, asistente al semina rio hispano-noruego, que está te niendo lugar en Madrid los días 11 y 12. Tanto Stoltenberg como otros ponentes noruegos insistie ron en el "trauma" que supuso para su país el referéndum sobre el ingreso en la CE, con resultado negativo, que dividió al país en dos en 1972. Socialdemócratas y conservadores -con más énfasis estos- creen que ha llegado ya la hora de abrir un debate nacional sobre un tema que ha dejado de ser tabú.En el seminario sobre Contexto Europeo y Bilateral, organizado por la Emba ada noruega, participan también los ministros españoles Francisco Fernández Ordóñez, de Exteriores, y Jorge Semprún, de Cultura, así como parlamentarios, periodistas y otras personalidades del mundo de la cultura de ambos países.
El ministro Stoltenberg, del partido socialdemócrata, que lidera la coalición gubernamental que preside Gro Harlem Bruntland, defendió el reforzamiento de la cooperación en todos los terrenos entre la CE y EFTA (Asociación Europea de Libre Comercio), a la que pertenece Noruega y cuya presidencia ostenta durante este semestre, pero se mostró cauteloso sobre la plena integración. Su correligionario Reiulf Steen, vicepresidente del Parlamento, se pronunció en el mismo sentido. "Debemos avanzar, pero lo importante es mantener unido al pueblo noruego en este asunto", dijo.
Más tajante fue Kaci Kullmann Five, diputada del partido conservador, que apoyó la introducción del debate sobre la CE en la agenda política de su partido para las próximas elecciones de septiembre, y se mostró escéptica sobre el acercamiento a través de la EFTA, proceso que calificó de "vía muerta". "Así no iremos muy lejos", dijo, "nuestros intereses están dentro de la Comunidad Europea.
Eurocentrismo
El ministro Semprún hizo hincapié en su intervención "el renacimiento de los valores culturales en Europa del Este", que viene a demostrar que "el sistema totalitario no ha sofocado a la sociedad civil", que está instalada en los valores que los europeos occidentales han elegido como suyos, empezando por la economía de mercado, "base y sustrato de las libertades y valores culturales".
Juan Luis Cebrián, consejerodelegado de PRISA, editora del EL PAÍS, destacó el creciente protagonismo de los medios de comunicación de masa en la difusión cultural como factor fundamental para hacer frente, aunque ello conlleve el riesgo de cierta homogeneiz ación, "al gran peligro de que se vuelva a la mitología y el sacerdocio de la cultura y el saber". Este fenómeno, para Cebrián, debería correr paralelo a la asunción de que la europea no es una civilización superior. "Si nos mantenemos firmes en el eurocentrismo el mundo no progresará", señaló.
