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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Monopolio de la almendra

Esperábamos con ilusión el mes de enero de 1989, fecha en que la CE eliminaba los gravámenes a la exportación de las almendras, y, como consecuencia, tal medida debía ocasionar la subida inmediata del precio de compra en origen.Pues ni con ésas. Ha pasado la fecha esperada y todo nuestro gozo en un pozo, al producirse el efecto contrario. El precio de la almendra en origen va bajando en picado hasta precios del año 1983.

Queda demostrado que los precios que rigen a estos frutos secos no dependen ni de las políticas mundiales ni de las condiciones climatológicas que provocan excedentes o nulas cosechas, sino única y exclusivamente de una multinacional que, como un pulpo, domina este mercado en el mundo.

Tal es el grado de perfección en el funcionamiento de este pulpo que en el momento mismo de la fructificación de los almendros en los países mediterráneos, a través de una red sólida de informadores, conocen la producción exacta que va a tener cada zona, comarca, provincia, nación y total, con un margen de error casi nulo dado por la experiencia que les han dado los años.

Una vez conocida la producción total y el consumo mundial, la labor restante es muy sencilla: a base de importaciones y dumpings de un país a otro se aseguran la venta total y, por consiguiente, que el precio de compra al agricultor no tan sólo no suba, sino que baje. Y no baja más porque ya se les cae la cara de vergüenza.

Este año no nos puede ir mal de ninguna de las maneras. Tenemos la cosecha del año 1987 en depósito condicional en manos del exportador, ya que en ese año, el agricultor, al no tener un precio de compra interesante, optó por dejarlo en depósito por si en algún momento se animaba el mercado, el exportador lo colocaba y seguidamente el agricultor cobraría. ¡Qué ilusos!

La multinacional se ha ido financiando con los miles de millones de pesetas del producto en depósito a nivel nacional, y como se han preocupado en mantener el precio de origen bajo mínimos, nadie ha cobrado todavía.

La cosecha de 1988 la tenemos en nuestras casas, ya que con la experiencia del año anterior a nadie se le ha ocurrido dejarla en depósito sin cobrar, temiendo que el paso.magistral que podía dar la multinacional exportadora era una suspensión de pagos a toda regla y bendecida por los juzgados. Y finalmente, la cosecha de 1989, a punto de florecer y fructificar en el árbol. No deje de visitarme cuando venga a Granadella, señor Carlos Romero.-

Granadella, Lérida

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