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Gorbaehov cree que su "perestroika" es irreversible

Mijail Gorbachov anunció ayer en Londres, con un discurso que no respondió a las expectativas despertadas, que la URSS va a suspender la producción de uranio enriquecido para usos militares. El presidente soviético hizo un nuevo guiño a quienes se resisten a modernizar los misiles nucleares de corto alcance en la RFA, y advirtió que tal modernización repercutirá negativamente en la nueva atmósfera de entendimiento entre el Este y el Oeste. Gorbachov aseguró que la perestroika es un proceso irreversible. Margaret Thatcher insiste en que hay que conseguir una defensa que dé garantías contra lo imprevisible.

El líder soviético pronunció su esperado discurso en el extraordinario marco medieval que es el Guildhall, el Ayuntamiento de la City de Londres, que ya en el siglo XVI viera la constitución de una compañía para comerciar con Rusia.Gorbachov habló de sus esfuerzos para transformar la economía soviética, pero no acudió al Guildhall con la chistera de las sorpresas. Entre la selecta concurrencia -de la clase política a la intelectual, pasando por la Iglesia y la banca- era perceptible una cierta desilusión. Un portavoz soviético comentó que el Kremlin no cuenta con una cantidad ilimitada de ofertas y que ahora le correspondía a Margaret Thatcher hacer concesiones.

Quedó claro que la dama de hierro no está por la faena, y lo que Gorbachov ofreció no causó impacto. La decisión de suspender este año la producción de uranio enriquecido y cerrar otros dos reactores productores de plutonio en este y el año que viene, presentada como "otro gran paso hacia el cese total de producción de materiales de fisión para uso militar", fue acogida con frialdad por Thatcher, que en posterior conferencia de prensa dijo que "probablemente tienen suficientes reservas de uranio, y si desmantelan los SS-20 se van a quedar con el uranio, y si progresan las negociaciones sobre misiles balísticos con los norteamericanos tendrán más uranio". [Estados Unidos, por su parte, lo calificó como "un gesto hueco", informa Reuter].

El director del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, François Heisbourg, abundó en lo mismo. "No es tan importante como se pretende presentar, porque tienen muchas reservas", dijo Heisbourg, para quien el detalle es más una muestra del nuevo espíritu que Gorbachov pretende imprimir en las relaciones internacionales.

Cierta paridad

"Las realidades de hoy han dejado al decubierto los fallos del enfrentamiento", señaló Gorbachov. "Décadas de guerra fría nos han costado mucho, tanto al Este como al Oeste". El líder soviético hizo grandes esfuerzos para mostrar la carencia de fundamento de los temores ante el poderío militar soviético -reveló cifras de fuerzas, que dijo estar reestructurando a la baja- y concluyó que en las presentes circunstancias hay cierta paridad de fuerzas entre la Alianza Atlántica y el Pacto de Varsovia.La Unión Soviética está dispuesta a "dar nuevos pasos hacia la desmilitarización de Europa", agregó Gorbachov, quien reiteró su "ftierte oposición a los planes de modernización de armas nucleares" en que está embarcada la Alianza Atlántica.

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"Nosotros no las estamos modernizando ni pretendemos modernizarlas si no se nos fuerza. Espero que el sentido común acabe por imponerse", aseguró el líder soviético.

Cualquier paso dado en ese sentido "está abocado a devaluar lo mucho que se ha conseguido con el tratado INF" sobre la eliminación de fuerzas nucleares de alcance medio y corre el riesgo de viciar la atmósfera de las negociaciones de Viena sobre reducción de fuerzas convencionales, señaló el dirigente soviético.

Tal advertencia es un llamamiento a la opinión pública a resistir los planes de la OTAN y un anticipo de lo que explicará con más profundidad en Bonn cuando este mismo año visite la República Federal de Alemania, donde el canciller Helmut Kohl se debate entre las presiones de sus aliados y los requerimientos del electorado.

Gorbachov manifestó que la perestroika (reestructuración) goza de buena salud, a pesar de las dificultades con que a veces topa, y que está aquí para quedarse.

"Ya no es posible para nadie dar marcha atrás", señaló. "Nuestro pueblo ha unido formalmente su destino al de laperestroika". El objetivo último es lograr una sociedad democrática basada en el imperio de la ley y en la responsabilidad, recordó el presidente soviético, quien reiteró que "sólo mediante la democratización es posible construir una economía dinámica y que funcione".

Desconfianza británica

Geoffrey Howe, ministro de Exteriores británico, que a principios de semana resucitó los estereotipos de la guerra fría y habló con desconfianza sobre la supezvivencia de la perestroika, escuchó con interés estas palabras, aunque fue Thatcher la que expresó las reservas a Gorbachov.Los esfuerzos del Krerrilin son extraordinarios y merecen la mejor de las suertes, pero en lo relativo a cuestiones de seguridad hay que ser cauto, vino a decir. "También nosotros queremos menos armas, pero siempre que nuestra seguridad y nuestra defensa estén garantizadas contra lo que pueda acontecer", respondió la primera ministra, quien manifestó en la conferencia de prensa que ambos habían "aceptado que cada cual tiene derecho a su propia defensa, porque el mundo seguirá teniendo acontecimientos impredecibles".

Gorbachov no aludió en su discurso, en contra de lo esperado, al hogar común europeo, del que el Kremlin viene hablando desde hace meses. La ocasión adecuada será cuando dentro de unos meses visite el Parlamento Europeo, en el marco de su año de Europa, que tiene por delante, además, visitas a Francia e Italia.

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