Posibilidades técnicas
De las versiones del Quijote realizadas hasta el momento, las más prestigiosas son las del soviético Grigory Kozintsev de 1957, y la musical de 1933 dirigida por G. W. Pabst, con el tenor Chaliapin como protagonista. Orson Welles filmó 32.000 metros, fragmentados y casi desconocidos. En España, destaca la de Rafael Gil de 1948, con Rafael Rivelles, Juan Calvo, Fernando Rey y Sara Montiel.Las posibilidades técnicas pueden conseguir que la serie producida por Emiliano Piedra con financiación de TVE, que está previsto sea finalizada totalmente para 1992, juegue con cierta ventaja sobre aquellas versiones. Posibilidades que en los ocho capítulos que dirigirá Gutiérrez Aragón serán empleadas "siempre sobre la base de la sencillez", según dice, y que incluirán el vídeo, a menos que se ruede en Technicolor. "Es necesaria también la nueva grúa con brazo articulado de ocho metros. Por ejemplo, hay largas conversaciones a caballo que hay que rodar con cierta agilidad de cámara", añade.
Para el director, la visualización de mundos extraños en el Quijote debe ser abordada de forma discreta, "porque el Quijote no se deja. Las situaciones de fantasía que se entrevén son realistas. Es la luz, la puesta en escena y la interpretación las que tienen que dar ese toque especial entre los pucheros de la cocina y los gigantes, entre los carros de bueyes y los sabios hechiceros, entre las mulas manchegas y las princesas encantadas. Si ese equilibrio se rompe, desaparece el Quijote, y lo cinematográfico".
Una parte considerable de la serie se rodará en plató, según las previsiones del director. Las noches en vela de don Quijote bajo las estrellas, el bosque de los batanes y su tormenta, el monstruo-batán mismo, "tienen que construirse en decorado".
Gutiérrez Aragón no ve otro sitio posible para los interiores que los estudios Bronston, en Madrid. Los exteriores se situarán en las llanuras de La Mancha, en los encinares y en las calzadas medievales que se conservan todavía en algunas zonas de España.
Difícil elección
Gutiérrez Aragón deja aparte, por ahora, la difícil elección del actor que encarne a don Quijote, y piensa que todos los personajes deben ser encargados a actores conocidos. Piensa que una dificultad para ellos serán los diálogos. "Es necesario ensayar mucho, antes del rodaje, y armonizar voces, acentos y maneras de decir", dice Gutiérrez Aragón. Un ortofonista o un especialista en declamar versos serían la solución. "No se trata sólo de decir bien, sino sobre todo de hacer el texto verbal inteligible".
Babelia
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