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Las empresas españolas prevén una mejora de sus ventas en el corto plazo

Las compañías encuestadas por el Banco de España temen un incremento de las presiones inflacionarias de aquí a un año

Trabajadores de la construcción en Valladolid.
Trabajadores de la construcción en Valladolid.NACHO GALLEGO (EFE)
Laura Delle Femmine

Las empresas españolas son positivas y anticipan una mejora “notable” de sus ventas en el segundo trimestre de 2025, sobre todo las que se dedican a los servicios y las actividades profesionales y administrativas. El optimismo llega tras registrar un arranque de año estable en términos de facturación y pese a los temores inflacionarios que se dibujan en el horizonte: la mayoría de las compañías anticipa que de aquí a un año los precios subirán y tendrán que soportar mayores costes de producción, un mal auspicio que percibe tanto la industria como el sector servicios. Así lo refleja la última Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE), un análisis que se publica con frecuencia trimestral y que se ha elaborado a raíz de las respuestas de unas 7.000 sociedades para esta edición.

La preocupación acerca de la inflación se percibe más de cara al medio plazo que al corto, en un contexto de incertidumbre generalizada y con una guerra arancelaria global en ciernes. De hecho, el 60,9% de las empresas dice haber soportado mayores costes intermedios en los primeros tres meses de este curso, pero espera un alivio de cara al próximo trimestre. Las compañías más afectadas son aquellas más expuestas al reciente encarecimiento de la energía —que ha llevado el IPCla inflación a repuntar hasta un 3% en febrero, aunque el proceso desinflacionario siga en curso—, como el comercio y la industria, que también son los sectores que anticipan las mayores subidas de los costes de producción un año a vista.

También sube el porcentaje de sociedades que declara haber subido sus precios de venta entre enero y marzo, hasta el 33,6%, un incremento de 14 puntos porcentuales con respecto a los tres meses anteriores y que se explica en parte por un efecto calendario: los ajustes de precios suelen producirse a inicio de año. De aquí a 12 meses, casi un 60% de las firmas encuestadas afirma que encarecerá sus productos.

Una cantidad aún mayor (76,6%), aunque parecida a la del estudio anterior, augura un aumento de los costes laborales, a la vez que se percibe un ligero aumento de las contrataciones en el primer trimestre del año, sobre todo en los servicios de no mercado, la construcción y las actividades profesionales —en cambio, se registran descensos en la hostelería y la agricultura—. De cara a los próximos tres meses se perfila un avance, y lo mismo ocurre con las decisiones de inversión, particularmente en la industria.

El Banco de España también ha preguntado por el impacto de las subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que se han llevado a cabo desde 2019 y los efectos que tendría un nuevo incremento —que para este año ya se ha acordado, del 4,4%—. La mayoría de la muestra, más de un 75%, declara que menos de 1 de cada 10 de sus empleados cobra el SMI, por lo que las alzas no les afectan particularmente; solo un 11% asegura que más de la mitad de su plantilla recibe el sueldo base. Sin embargo, cerca de un tercio de las compañías entrevistadas afirma que los aumentos del SMI han provocado una reducción de sus márgenes, mientras que un 26% dice que ha trasladado el aumento de costes a sus precios de venta. Menor es el efecto sobre las decisiones laborales: solo un 21% vincula las subidas del SMI a la reducción de contrataciones, y un 10% a despidos.

Miedo a la incertidumbre

La incertidumbre político-económica es, una vez más, el factor que las empresas destacan como el mayor condicionante de su actividad. Más de la mitad de la muestra, con la industria y el comercio a la cabeza, teme impactos negativos vinculados a ella. El aumento de los costes energéticos preocupa al 50,3% de las compañías, un incremento de más de ocho puntos con respecto a la anterior edición, y el 45,8% percibe problemas en la disponibilidad de mano de obra, sobre todo el sector agrícola, la hostelería y la construcción. En cambio, solo el 13,5% ve en la escasez de la demanda una causa que podría limitar su facturación, y baja hasta el 24% el porcentaje de empresas que ve un obstáculo en los gastos financieros.

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Sobre la firma

Laura Delle Femmine
Es redactora en la sección de Economía de EL PAÍS y está especializada en Hacienda. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Trieste (Italia), Máster de Periodismo de EL PAÍS y Especialista en Información Económica por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
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