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Crítica:MÚSICA CLÁSICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Tres obras románticas de cámara

El octeto de la Filarmónica de Berlín que actuó el martes en el Auditorio es una de las diversas agrupaciones emanadas del gran conjunto sinfónico y entre las que lograron renombre los cuartetos Wesphal, Böttger y Brandis, los 12 violonchelos —para los que han escrito partituras desde Françaix hasta Xenakis—, los solistas y, en fin, el octeto.

Tal como ha venido a Madrid, está formado por los violonistas Saschko Gavriloff y Rainer Mehne, el viola Wilfried Strehle, el violonchelista Peter Steiner, el contrabajista Rainer Zepperitz, el clarinetista Hebert Stähr, el trompa Ulf Rodenhäuser y el fagot Hans Lemke.

Un programa atractivo y de seguro impacto combinó la Tercera sonata a cuatro, para dos violines, violonchelo y contrabajo, de Rossini; el Quinteto con clarinete en si bemol, de Weber, y el celebérrimo Septeto o Settimino de Beethoven.

Octeto de la Filarmónica de Berlín

A las 22.10 por TVE-2 Fulanita y sus menganos. A las dos de la madrugada por TVE-1.

Obras de Rossini, Weber y Beethoven

Auditorio Nacional, 4 de abril.

Esta obra, contemporánea de los primeros cuartetos, ya que fue escrita a comienzos del siglo XIX, alcanzó siempre gran popularidad, tanto en la versión original como en la que muchas veces programaba el maestro Arbós para mayor lucimiento de la excelente cuerda de su Sinfónica de Madrid, en la que el quinteto de arcos se multiplicaba, en tanto permanecían singularizados la trompa, el clarinete y el fagot.

Extenso, difícil y todavía perteneciente a gustos con los que Beethoven rompería sin tardar, sólo algunos fragmentos, como el scherzo, nos avisan sobre la futura personalidad de su autor.

La versión de la página beethoveniana superó en bastantes grados a las del resto del programa, y aclarar que todos y cada uno de los instrumentistas actuaron como quienes son me parece descubrir el Mediterráneo.

Romanticismo alemán

Carl Maria von Weber es compositor cuya obra se escucha rara vez, salvo las oberturas operísticas, con lo que el melómano me dio desconoce la importancia de su figura dentro del movimiento romántico alemán, al que aportó no sólo los primeros grandes capítulos del drama musical germano —que rara vez suben a nuestros escenarios—, sino también una serie de rasgos estilísticos de larga significación.

El quintento para arcos y clarinete, instrumento favorito del romanticismo y especialmente querido por Weber, es página de gran perfección, aunque se mueva dentro de una línea expresiva que hoy, cuando conocemos todo lo que vino después, puede parecer excesivamente moderada.

La Tercera sonata rossiniana, la más frecuentada entre las que se escogen de este autor, encontró en los músicos berlineses acentos, matices y línea capaces de evidenciar por entero la gracia de la concepción y la fortuna de la realización.

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