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Olav Meyer

Entre el piano para el rey Faruk y el 'jazz' para los sevillanos

, Pianista, doctor en Geología e investigador, Olav Meyer ha logrado armonizar en su apasionante vida el temperamento aventurero, que le ha llevado por las bases militares estadounidenses repartidas por el mundo, con el método que requiere la investigación científica y con la disciplina que exige ser pianista y organista. El doctor Olav Meyer -como reza su tarjeta de visita- toca el piano todas las noches en un céntrico club de jazz sevillano. "El jazz tiene mucho que ver con el ritmo, el contratiempo y las inflexiones características del flamenco; por esta el andaluz es muy proclive al jazz".

Este alemán de aristocrático apellido, nacido en el año 1924 en Erfurt, hoy República Democrática Alemana, que piensa que "los españoles, no es que sean informales, es que no son relojes, como mis compatriotas", puntualiza casi antes de iniciar la entrevista: "No soy un refugiado político, yo simpatizo con todo lo que sea socialismo. La ciencia y la cultura están mucho más protegidas en los países socialistas que aquí". En Leipzig, en la prestigiosa Escuela de Santo Tomás -la misma en la que enseñó Bach-, estudió piano y órgano, obteniendo el codiciado título de kapellmeis!er (maestro de capilla).El fin de la guerra le pilló en Francfort del Main, donde estudiaba Ciencias Geológicas. Allí inició su larga relación con los militares estadounidenses, cuando el Special Service le contrató como pianista para divertir a la tropa. "Eran años dificiles en Alemania y los norteamericanos pagaban en dólares"., justifica. El kapellmeister no lo duda y toca de todo para el coloso americano: tangos, valses, polcas "y lo que haga falta". En esa época actúa junto a la cantante Sarah Vaughan y el saxofonista Sonny Stitt, que acuden a Europa a infundir ánimo a sus boys.

Simultáneamente realiza la tesis doctoral, titulada Meteoritenkrater (cráteres por impacto de meteoritos). Debido a ello tiene: que trasladarse durante un mes al mar del Norte para realizar unos estudios, pero los americanos no le dan permiso para ausentarse del trabajo y abandona, el año 1948, el Special Service.

"Cuando volví a Francfort ingresé en la asociación Deutsche IJnion, donde conocí al gran Albert Schweítzer". La asociación, que contaba entre sus miembros con más de 1.500 profesores de universidad, abogaba por una Alemania sin armamento.

La primera vez que sale de Alemania es en el año 1951, a Egipto. "En la universidad había un anuncio solicitando un pianista para Alejandría, para tocar en el palacio de verano del rey Faruk. Me contrataron, y mientras yo tocaba valses de Strauss, el rey, ajeno a mi música, jugaba al billar". Abdicado Faruk, el kapellmeister regresa a Europa y vuelve a tocar para los americanos. Ahora les entretiene en las bases de Grecia, Libia y Marruecos. En 1957 le destinan a Francia, en las bases de Chambley, Chamont y Chatteauroux. "Pero los franceses expulsaron a los americanos y me mandaron a Torrejón".

En 1968 trabaja para la American Geologícal Research realizando los mapas topográficos de Sierra Leona, Liberia y Ghana. En 1973, durante unas vacaciones por Andalucía, su tercera esposa, sevillana, le hace establecerse en Sevilla.

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