Del cerebro humano

Le escribo estas líneas en relación con el artículo de Blas Lara en EL PAÍS de fecha 20 de marzo.Es cierto que el cerebro humano se encuentra sometido a una serie de limitaciones inmediatas, pero considero poco plausibles las comparaciones que en este artículo se hacen.

A la hora de comparar el cerebro con una máquina lo relevante no es la velocidad, sino el grado de elaboración que el sistema realiza sobre la información.

Si comparamos el cerebro humano con el de las aves, argumentando que este último en algunos casos tiene una capacidad de memorización superior a la humana, no hacemos otra cosa que reafirmar nuestra ignorancia acerca de la memoria humana. Cualquier persona adulta normal mentalmente es capaz, mediante el adecuado aprendizaje, de memorizar mucha más información que cualquier ave.

El cerebro se ha encontrado con la limitación de simultanear operaciones mentales o cognitivas y lo ha solucionado mediante dos estrategias: automatizando algunos procesos cognitivos que le permitan utilizar su atención con otras actividades y creando la tecnología necesaria para que realice esas tareas en su lugar y de nuevo dejando libre su atención.

Creo que se ha quedado obsoleto considerar el cerebro como una máquina perfecta, pero tampoco estoy de acuerdo en menospreciar lo mejor que tenemos. El cerebro humano es un órgano altamente complejo, producto de un largo proceso biológico, en sentido neodarwinista, y social y cultural, en sentido lamarckiano-