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ECOLOGÍA

El mal tiempo impide limpiar en Alaska una 'marea negra' de 250 kilómetros cuadrados

Un temporal de vientos de velocidades superiores a los 100 kilómetros por hora en la zona del estrecho del Príncipe William (Alaska) dificultaba ayer las tareas de limpieza de una marea negra que ocupa más de 250 kilómetros cuadrados de extensión, considerada la más grave en la historia de Estados Unidos. La enorme mancha de petróleo, extendida por el viento, amenaza el estrecho y las costas del golfo de Alaska y podría no desaparecer en varios meses, con el consiguiente peligro para la fauna marina de la zona. La marea negra fue provocada el viernes por el petrolero Exxon Valdez al chocar contra un arrecife.

El presidente de los Estados Unidos, George Bush, que ha descrito la marea negra como "tremendamente preocupante", ha ordenado que se desplacen a Alaska para inspeccionar las operaciones de limpieza de la marea negra el secretario de Transportes, Samuel Skinner; el responsable de la Agencia de Protección del Medio Ambiente, William. Reilly, y el comandante de la Guardia Costera Paul Yost. Estos funcionarios deberán permanecer en Alaska hasta que concluyan todas las tareas de limpieza. Bush agregó que lo primordial es descontaminar la zona y proteger un área de alto valor ecológico.Algunos observadores calculan que se han vertido al mar unos 240.000 barriles de crudo (38 millones de litros). La mancha de petróleo cubre unos 250 kilómetros cuadrados y avanza lentamente hacia el golfo de Alaska, mientras que el temporal de viento y el oleaje han destruido las boyas flotantes utilizadas para contener la marea negra, que habían sido colocadas alrededor del petrolero siniestrado. Los fuertes vientos han impedido asimismo que los aviones viertan productos químicos de limpieza sobre la zona afectada. Los efectivos que trabajan en las operaciones de limpieza intentan conducir la mancha de petróleo hacia las islas próximas para. reducir el peligro para la vida animal.

El Exxon Valdez, que chocó el viernes contra un arrecife cuando era mandado por un oficial inexperto, se encontraba ayer en una situación más estable, según Frank larossi, presidente de la compañía Exxon, propietaria del buque. larossi reconoció que su empresa se encontraba "desbordada" por la magnitud. [Los gerentes de esta compañía han designado a la empresa holandesa Smith International para que reflote el petrolero accidentado, informa France Pressel.

El capitán del buque siniestrado, Joseph Hazelwood, ha sido relevado del mando y se ha abierto una investigación para conocer el estado en que se encontraba en el momento del accidente. Hazelwood fue procesado en dos ocasiones por conducir bebido en los últimos cinco años y se le había retirado el carné de conducir durante este tiempo en tres ocasiones. Los problemas de Hazelwood con la bebida fueron confirmados por el presidente de la Exxon. Cuando se produjo el siniestro, el capitán se hallaba en su camarote y había dejado el mando del buque a un oficial que no tenía la suficiente experiencia.

Las operaciones para transferir los barriles de petróleo desde el barco siniestrado hacia el buque Exxon Baton Rouge continuaban ayer a un ritmo de 310.000 litros por hora, según las autoridades de la zona.

Emergencia

El gobernador Steve Cowper ha declarado el estado de emergencia en la zona, una de las más ricas de América en fauna marina, y va a pedir al presidente norteamericano, George Bush, que declare zona catastrófica el área afectada, para que pueda ser saneada cuanto antes.El puerto de Valdez, que fue cerrado al tráfico después del accidente, aún no había sido abierto ayer y varios buques esperaban en los alrededores para poder entrar a cargar sus tanques, según un portavoz de los guardacostas.

Pese a los múltiples derrames masivos de petróleo ocurridos en los últimos años, la tecnología aun no es capaz de limpiar uno de los mayores desastres ecológicos que el hombre puede causar. Lo más que puede hacer, si el viento y las olas están de su parte, es limitar el daño. La primera prioridad en estos casos es detener la expansión de la marea negra e intentar recuperar el petróleo a medida que éste va subiendo a la superficie, informa Nicholas Schoon.

[Por otra parte, una mancha de petróleo, originada en las proximidades de una refinería de la empresa CEPSA, ha contaminado unos 15 kilómetros de costa entre los municipios de Santa Cruz de Tenerife y Candelaria informa Efe. La mancha avanza hacia el sur de la isla, según Víctor Pérez Borrego, director general de Medio Ambiente del Gobierno canario. Pérez Borrego añadió que el vertido parece proceder de la refinería o del muelle de la Hondura, donde atracan los petroleros].

Copyright: The Independent / EL PAÍS

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