La OLP seguirá manteniendo la 'intifada'
El embajador de Estados Unidos en Túnez y representantes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) reemprendieron ayer en esa capital magrebí el diálogo oficial comenzado el pasado 16 de diciembre. Las dos delegaciones dijeron que ayer se habían discutido "cuestiones esenciales" para la paz en la región. La OLP expresó al embajador Pelletreau su intención de continuar la intifada, la revuelta civil en los territorios ocupados por Israel en 1967. Mientras, 10 años después de la firma de los acuerdos de Camp David y la paz entre Egipto e Israel, EE UU está sugiriendo a su fiel aliado estratégico en Oriente Próximo que, de una forma u otra, antes o después deberá abrir un diálogo con la OLP.
Washington, a través del secretario de Estado, James Baker, ha dicho que las dos partes -israelíes y palestinos- tienen que pensar en la. solución final, que debe incluir "paz por territorio".La reunión de ayer en Túnez, que duró cuatro horas y media, fue la segunda celebrada entre norteamericanos y palestinos y la primera desde la toma de posesión como presidente de George Bush. Las dos delegaciones fueron encabezadas por los mismos hombres que lo hicieron el pasado 16 de diciembre: por parte norteamericana, Robert Pelletreau, embajador en la capital tunecina, y por los palestinos, Yaser Abed Rabbo, del comité ejecutivo de la OLP, y Hakam Balaui. La reunión se desarrolló también en el terreno neutral del palacio Dar el Magrebía, en Cartago, al norte de la capital.
La OLP espera que en una nueva fase del diálogo con Estados Unidos -que se llevará a cabo próximamente, aunque la fecha todavía no se ha decidido, dijeron ayer en Túnez las dos delegaciones- se eleve el nivel de representatividad de los participantes. Hace unos días, Abu Iyad, brazo derecho de Yasir Arafat, sugirió la ciudad de Washington como sede de conversaciones al más alto nivel entre norteamericanos y palestinos.
Estados Unidos, según fuentes diplomáticas occidentales en Túnez, cree que con la reapertura del diálogo con la OLP a su nivel actual está yendo lo más lejos que puede en la actual fase del proceso de paz. Con la reunión de ayer, el presidente Bush ha continuado la iniciativa emprendida por su predecesor en los últimos momentos de su presidencia. Reagan dio luz verde a las conversaciones en Túnez con la OLP después de que Yasir Arafat reconociera el derecho de Israel a la existencia y manifestara su repudio al terrorismo.
Atmósfera propicia
El embajador Robert Pelletreau pidió ayer a sus interlocutores palestinos "un esfuerzo" para ,rebajar la tensión" en los territorios ocupados, aunque no llegó a pedir el fin de la intifada, la revuelta popular que desde su irrupción hace 15 meses se ha cobrado más de 400 muertos entre la población árabe de los territorios ocupados. Washington, en concreto, desea que la OLP detenga los aspectos más espectaculares de la revuelta, en particular las manifestaciones de jóvenes armados con piedras. La OLP ha hecho saber que no está dispuesta a detener la "resistencia frente al ocupante", su principal arma frente a Israel. Los palestinos, eso sí, convienen con Estados Unidos en la necesidad de "una atmósfera propicia para la paz".
La OLP llevó a la reunión de Túnez la petición dle que Estados Unidos presione a su aliado Israelí para que "ponga punto final a la represión" en los territorios ocupados y le convenza de que "sólo la OLP representa al pueblo palestino". La central palestina exige la retirada de las tropas israelíes y está dispuesta a conversaciones directas con el Estado hebreo en el mismo Jerusalén, pero insiste en que tales conversaciones sólo serían el "preludio" a la Conferencia Internacional de Paz.
Representar a los palestinos
La nueva reunión de Túnez se llevó a cabo 10 aflos después de la firma de los acuerdos de Camp David, que supusieron la paz entre Egipto e Israel. Washington está sugiriendo a su fiel aliado estratégico en Oriente Próximo que, de una forma u otra, antes o después, deberá abrir un diálogo con la OLP. Se trata de explorar, por primera vez, y éste es un paso sustancial, si la OLP, no el rey Hussein de Jordania, Egipto u otro Estado árabe, puede representar los intereses palestinos en el proceso de paz.
Con esta idea en la cabeza, cuya sola sugerencia pone los pelos de punta al Gobierno israelí, la Administración de Bush ha decidido iniciar una política de pequeños pasos hacia la paz en la región, que tratará de vender en las próximas semanas en Washington: al presidente egipcio, Hosn Mubarak, el 3 de abril; al primer ministro israelí, Isaac Shamir, el 6 de abril, y al rey Hussein de Jordania el 2 de mayo.
EE UU quiere que los hombres de Arafat demuestren su actitud positiva no obstaculizando, como lias a ahora, ese diálogo. Y como incentivo James Baker, afirmó el martes ante el Congreso que Washington no cree que todo debo quedarse en este primer paso, sino que las dos partes deben pensar en la solución final, que incluya -anatema para Israel- la paz a cambio de territorio. "Urgiremos el diálogo entre Israel y hs palestinos para establecer el marco de las negociaciones sobre acuerdos interinos y sobre el status final de los territorios ocupados".
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