Inquietud en los cuarteles

Los problemas nacionalistas en diferentes partes del Estado inquietan evidentemente al Ejército, como lo atestigua la atención puntual que el diario Krana¡a Zvesda, órgano del Ministerio de Defensa, dedica a cuantos conflictos suceden en el Báltico, en Moldavia o en el Cáucaso. En esta última región sigue en vigor el estado de excepción, que ha amenazado recientemente a la república de Lituania. Medios periodísticos moscovitas aseguraron a principios de este mes que en Bielorrusia se habían observado desplazamientos de tropas con destino al Báltico. En Moldavia, aseguran fuentes de esta nacionalidad, el jefe del partido, Semen Grossu, ha pedido al Kremlin que implante el estado ole excepción a la vista de las manifestaciones que cada domingo organizan los nacionalistas.Sobre este telón de fondo han surgido rumores de conflicto entre Gorbachov y el ministro de Defensa, Dimitri Yazov, quien, según medios diplomáticos occidentales, se habría acercado a Egor Ligachov tras un enfrentamiento con Gorbachov sobre los recortes militares durante una sesión del Politburó.

Sectores reformistas de la dirección comunista vuelven a insistir estos días en la necesidad de nombrar a un civil al frente de la cartera de Defensa, y opinan que Yazov se jubilará en un futuro próximo. El Ejército, dicen, no quiere -ni una reducción unilateral de armamento más. Las reducciones unilaterales anunciadas por Gorbachov en su discurso ante la Asamblea General de la ONU en diciembre desencadenaron una oleada de jubilaciones que afectó al mariscal Serguei Ajromeiev y continuó con el comandante en jefe del Pacto de Varsovia, Víctor Kulikov. El sucesor de AJromeiev al frente del Estado Mayor, el general Mijail Moiseev, ha dado muestras de sensibilidad ante los prosaicos problemas del Ejército.