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El PCI defiende "la democracia como vía de desarrollo"

Juan Arias

Europa será "el horizonte cultural y político" del nuevo Partido Comunista Italiano, animó ayer su secretario general, Achille Occhetto, en un discurso con el que abrió el 18º Congreso Nacional del partido. Occhetto rechazó tanto el "individualismo capitalista como el colectivismo burocrático", para defender "la democracia como vía de desarrollo".

El líder comunista presentó al PCI como la fuerza política que quiere trabajar a fondo para una "alternativa democrática" al centralismo de la Democracia Cristiana junto con todas las demás fuerzas progresistas del país."Estamos a favor de una Europa políticamente fuerte y unitaria, ecológica y del espacio social", dijo Occhetto. Y de hecho el secretario comunista empezó su discurso abordando la cuestión ecológica, justificándola con el hecho, dijo, de que hoy "emerge con claridad casi aterradora la relación posible entre modernización y catástrófe".

Hablando del desarrollo, afirmó que lo que hoy es decisivo es la "calidad y no la cantidad" de dicho desarrollo. Y añadió: "Lo que está en discusión es la cultura política de toda una época". Rechazó tanto el " individualismo capitalista como el colectivismo burocrático", para defender en su lugar "la democracia como vía de desarrollo" con la máxima participación de todos los ciudadanos al control de tal desarrollo. "Ningún poder deberá poder sustraerse a una regla democrática", añadió.

Insistiendo en el problema de Europa, Occhetto, arrancando uno de los mayores aplausos, habló de "un camino europeo del socialismo", pero añadiendo que, puesto que nos hallamos frente a una nueva cita con la historia., "todos nos estamos enderezando hacia una meta, a la cual aún no ha llegado nadie y en la que nadie puede pretender esperarnos".

"Las llaves de la alternativa", gritó Occhetto, sofocado por los aplausos, "no están en las manos de Craxi. Están en las manos de los electores, y nosotros les pedimos que las usen de la forma más segura e inteligente".

Y dirigiéndose hacia los bancos donde Craxi, con todo el grupo dirigente socialista, lo escuchaba a veces cuchicheando entre ellos y a veces echándose, sorprendidos, las manos a la cabeza, les dijo: "Vosotros, compañeros socialistas, sois un grupo que habéis combatido con pasión vuestra batalla por la autonomía. Pues bien, tenéis que saber que os halláis frente a un partido y a un grupo dirigente que no se siente ni humillado ni dividido y que combate también él con. idéntica pasión la batalla por su autonomía".

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Occhetto añadió que una de las finalidades del nuevo partido comunista va a ser precisamente la lucha para acabar con dicho equívoco, que "pesa como una maza conservadora sobre toda la sociedad italiana".

Trabajar juntos

Hizo Occhetto una llamada a liberales, republicanos, socialdemócratas, verdes y radicales para, que se unan a su batalla a favor de la alternativa democrática. mientras acusó a los socialistas de nuevo de no haber sido capaces de encontrar un solo objetivo concreto sobre el que empezar a trabajar juntos ya ahora. Y a cuantos le habían pedido, como demostración tangible de que el nuevo partido comunista ha cortado por fin su cordón umbilical con el pasado para convertirse en un partido nuevo, democrático y reformista, que cambie también de nombre, Occhetto les respondió: "Nosotros no nos santiguamos ante el demonio ni colgamos ajos en nuestras ventanas para impedir que los vampiros vengan a chuparnos la sangre. La propuesta de cambio de nombre para un partido podría ser una cosa seria".

Pero añadió que para llegar a ello es necesario antes que haya habido grandes transformaciones del panorama político capaces de dar vida, dijo, "a una nueva formación política". En dicho caso, explicó, se trataría de una cosa seria que no sería ofensiva y que podría ser decidida sólo "autónomamente y no por presionas externas".

Sin embargo, según el secretario comunista, hoy faltan todos esos presupuestos, y por ello concluyó: "No sé entonces por qué deberíamos cambiar de nombre. El nuestro ha sido y sigue siendo un nombre glorioso que hay, que respetar".

Las primeras reacciones del secretario socialista, Bettino Craxi, fueron ayer muy negativas, afirmando que se ha tratado de un "discurso viejo" con el que se llama a hacer la alternativa a todos menos a los socialistas, y que de ese modo la verdadera alternativa en este país no se hará ni en el año 3000.

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