Keisth Haring

Nació bajo el signo de Tauro en 1958 en Kutztown, un pueblecito de Pensilvania (Estados Unidos). Sin embargo, él asegura que su vida empezó a los 19 años, cuando llegó a Nueva York. y descubrió una ciudad cuyos habitantes no necesitan la voz para comunicarse. Los grafitos en las paredes de edificios, sobre las aceras y en los vagones del metro son, a su juicio, el lenguaje más específico de los seres urbanos. El dibujante Keith Haring decoró la semana pasada un muro de 30 metros de longitud con motivos alusivos a la prevención del SIDA en una plaza del distrito de Ciutat Vella de Barcelona.

Exageradamente tímido, se ase meja a un niño obstinado en no crecer que observa el mundo a través de unos ojos azules transparentes tras unas resbala dizas gafas que tiene que acomodar continuamente con el dedo índice sobre su nariz mientras, pinta. Reparte a diestro y siniestro chapas de alfiler decoradas con uno de sus grafitos más conocidos: El bebé, que junto con El perro, simboliza su arte. Keith Haring, todo modestia y, sencillez, es considerado por sus compatriotas el número uno entre los dibujantes de grafitos.A los 20 años perfiló su primer grafito en el metro de Nueva York, y le gustó tanto que se pasó los cinco años siguientes decorando el subsuelo neoyorquino. Desde entonces, Keith Haring no ha dejado de dibujar. El artista explica que el salto de las calles a las galerías de arte lo realizó sin apenas darse cuenta. "No me resulta diricil pasar del cemento a la tela o al papel, ni de la, pintura de aerosol a la de bote", comenta.

"Un día descubrí que dibujando podía ayudar a la gente", recuerda. Y se puso manos a la obra. Ha organizado grandes campañas gráficas en contra de la droga crack y a favor de la lucha anti-SIDA. En 1984 pintó unos 50 metros de la muralla de Berlín "reclamando que se efiminaran las diferencias entre el Este y el Oeste".

Haring explica con satisfacción que de aquella pintada ya no queda prácticamente nada. "Los berlineses afortunadamente se han inspirado con mi trabajo y han dibujado encima siguierido mi lema". Su obra más reciente son los carteles del concierto que se celebró el pasado mes (de junio en Londres a favor de la libertad de Nelson Mandela y contra el apartheid en Suráfrica.

El grafista sólo se permite dos frivolidades antes y mientras trabaja: romper los mangos de los pinceles que usa -"porque así pesan menos y son más manejables"- y escuchar a todo volumen House music, lo último en Nueva York y Londres. Keith Haring, que se encuentra en Barcelona de vacaciones, tiene intención de viajar por toda Europa. Sevilla y Palma de Mallorca serán las otras dos ciudades españolas que tiene previsto ver durante su periplo.

El dibujante afirma de Barcelona que es una ciudad mágica. "Paseando por las calles me he dado cuenta de que desprende una energía especial", señala. Haring, que se confiesa enamorado de la obra del arquitecto Antoni Gaudí y del pintor Joan Miró, dice que estaría encantado de realizar un mosaico monumental en Barcelona en homenaje a ambos artistas. "La gente es similar en todas partes, con los mismos problemas y sentimientos", asegura, "pero lo cierto es que aquí me encuentro como en casa".