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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Vigencia de una fecha

LAS IDEAS feministas, cuyo rastro es ya visible en los memoriales de agravios presentados ante los Estados Generales de 1789, han ido impregnando de manera imperceptible el conjunto de la sociedad moderna, convirtiéndose en valores admitidos incluso por mujeres que se asombrarían si alguien las considerase feministas. En este sentido, puede decirse que el movimiento de emancipación de la mujer ha tenido un éxito considerable, superior al de otros movimientos sociales, en su objetivo concienciador. Pero dos sentencias judiciales recientes, en relación a sendos delitos de abusos deshonestos y violación, han vuelto a poner de relieve el desfase existente entre los indudables avances hacia la igualdad entre los sexos registrados en el terreno de la legislación y su insuficiente traducción en la vida cotidiana. Este desfase en los comportamientos hunde sus raíces en concepciones muy arraigadas en la sociedad. De ahí que conmemoraciones como la del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que se celebra hoy, sigan teniendo sentido.Los efectos de la crisis económica padecida por los países industrializados durante los últimos 15 años han reducido drásticamente las posibilidades de independencia personal de las mujeres (asociada a su emancipación económica), lo que ha contribuido a subrayar la persistencia de factores discriminatorios que afectan tanto a la valoración profesional como a la posibilidad misma de hallar un trabajo remunerado. Estos efectos han favorecido la convergencia de las distintas corrientes feministas surgidas a fines de los sesenta -y que incluían sectores elitistas cuyas formulaciones poco tenían que ver con las preocupaciones de la mayoría de las mujeres- hacia un movimiento que hace de la reivindicación igualitaria -igualdad de derechos y de oportunidades- el eje de su estrategia. En la España actual, cuando lo peor de la crisis económica parece haber sido superado, esta reivindicación se concreta fundamentalmente en el terreno del mercado de trabajo.

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