Genocidio cultural en Rumanía
lonesco denuncia ante la CE los desmanes de Ceaucescu en su país natal
"En el momento más desgraciado de su historia, en el umbral de su desaparición como pueblo, en vísperas de su definitiva desvinculación con Europa", el escritor de origen rumano Eugene Ionesco ha lanzado un llamamiento a los europeos para que reaccionen ante el genocidio cultural que padece Rumanía, o de lo contrario podrán ser acusados de "omisión del deber de socorro".
Ionesco, hospitalizado desde el sábado en París, encargó a su hija Marie-France que leyese su llamamiento el martes ante la comisión política del Parlamento Europeo. La comisión, bajo la presidencia del socialista español Luis Planas, dedicó la jornada a una audición pública sobre la situación de los derechos humanos en Rumania a la que no acudió ningún representante del Gobierno de Buscarest, que tampoco permitió acudir a Bruselas a cuatro disidentes invitados.Exiliados rumanos, universitarios occidentales y portavoces de organizaciones humanitarias comparecieron durante nueve horas ante, la comisión política para describir un país que, según Marie-France Ionesco, "está siendo cortado de sus raíces, de su pasado" y en el que, por si fuera poco, "la vida cotidiana se ha convertido en una pesadilla".
La hija del autor teatral denunció la "penuria generalizada e institucionalizada" y el vicepresidente: de la Liga rumana de derechos humanos, Mihnea Berendei, exiliado en París, señaló, per ejemplo, que en 1987 la cartilla de racionamiento de un vecino la Brachov le permitía adquirir cada día 29 gramos de azúcar, 27 miligramos de aceite, 7 gramos de harina normal y 23 de harina de maíz, 23 gramos de carne de cerdo o de pollo, dos gramos de salchicha y un huevo cada ... 36 días.
Otro síntoma del deterioro general es la disminución de la esperanza de vida y el auge de la mortandad infantil, a pesar de las manipulación estadística para disimularlo. Para fomentar a toda costa la natilidad toda mujer en edad de procrear, contó Marie-France Ionesco, está obligada a tener por lo menos cinco hijos y para alcanzar ese objetivo "todos los métodos anticonceptivos han sido prohibidos y el aborto provocado está penalizado". El médico que lo practica "se arriesga a una condena a 25 años de cárcel y si reincide puede ser condenado a muerte".
Falta de higiene
El médico exiliado Ion Vianu describió la falta de higiene y de medios de los hospitales y acabó denunciando el empleo de la siquiatría contra disidentes políticos y personas religiosas. El presidente de la Federación internacional de Helsinki, Karl Johannes von Schwarzenberg, hizo hincapié "en la utilización del destierro" con los disidentes o, incluso, del "accidente mortal que sufrieron dos dirigentes de la huelga de Brachov".
La depauperación es, además de económica, cultural. Las publicaciones en idiomas extranjeros, incluido Pravda, órgano diario del PCUS, han sido prohibidas, comentó Dan Alexc, a quien le fueron incautados libros de Boris Pasternak, hoy en día editado en la Unión Soviética, e incluso de Charles Dickens. Incluso libros legales son difíciles de encontrar y el exiliado aseguró que "los estudiantes de derecho se ven obligados acomprar el código penal en el mercado negro". Para Berendei, Rumanía está en vías de "albanización".
Desde que en el pasado mes de marzo se iniciaran las reacciones de las democracias occidentales, opinó Mark Almond, investigador del Colegio Woolfson de Oxford, "el Gobierno rumano ha cambiado de vocabulario pero en ningún caso de política".
¿De dónde puede venir la solución? Las respuestas a esta pregunta de varios eurodiputados fueron pesimistas. "La solución sólo puede venir desde dentro", contestó, por ejemplo, Berendei, "y desde fuera sólo se puede denunciar". "No pienso que la desaparción de Ceaucescu cambie inmediatamente la situación porque hay un equipo detrás de él".
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