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Se crean oficinas para transferir los resultados de la investigación pública a las empresas privadas

La Administración ha dado luz verde a la creación, en las universidades y organismos públicos de investigación que lo soliciten, de oficinas de transferencia de resultados de investigación con el fin de poder aplicar y poner a disposición de las industrias y empresas privadas las investigaciones procedentes del sector público, que emplea aproximadamente a 20.000 científicos. De momento ya se han creado este año 15 oficinas en otras tantas universidades españolas. Posteriormente tendrán la misma oportunidad las asociaciones profesionales, entidades científicas y sectores patronales.

Esta iniciativa ha sido tomada por la Secretaría General del Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico tras las experiencias adquiridas durante el primer año de funcionamiento del plan y a la vista de las necesidades del sector de la investigación, especialmente la de dar salida en el tejido social a los hallazgos de los científicos españoles que trabajan en el sector público, según han comentado fuentes de la Administración.Cada oficina está siendo dotada con tres titulados superiores (generalmente ingenieros y licenciados en ciencias) y un equipo administrativo, que previamente han recibido una formación específica para este nuevo trabajo. Precisamente hoy comienza en El Escorial un nuevo curso de formación de especialistas que atenderán las nuevas oficinas. Contarán con personal en los siguientes grupos de trabajo: banco de datos, evaluación de tecnologías, relaciones investigación, programas de las Comunidades Europeas, patentes de los resultados y contratación.

Según explica Luis Oro, secretario general del Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico, hasta ahora existía un divorcio acusado entre los mecanismos de producción de investigación y el sector industrial de las empresas que pueden aprovechar esas investigaciones. "Se trata de superar la mutua ignorancia y los recelos que tradicionalmente han existido entre el empresario y el científico", ha dicho Oro.

"El empresario solía estar alejado de todo lo que sonara a investigación y desarrollo, solía tener una visión de los problemas a corto plazo, rechazaba las visiones prospectivas y tenía un desconocimiento tecnológico en su área", añade la misma fuente. El investigador presentaba, en opinión de los empresarios, una falta de concreción en sus investigaciones y ausencia de cultura económica, y en general se trataba de cerebros brillantes pero volcados en ternas de escasa capacidad práctica".

Entre los objetivos específicos de estas oficinas destaca en primer lugar la elaboración de un banco de datos de conocimientos, infraestructura y oferta de investigación y desarrollo, de tal manera que las empresas puedan elegir un área concreta e incluso investigadores concretos para sus proyectos. El final de la cadena de colaboración estará constituido de esta forma por nuevos procesos y nuevos productos.

Licencia de patentes

Por otra parte estas oficinas, cuya existencia no supondrá la utilización obligatoria por parte de las empresas, ya que podrán dirigirse también directamente a los grupos de investigación, identificarán los resultados transferibles generados por los investigadores públicos y los difundirán entre las empresas. Además participarán en la negociación de los contratos de investigación, asistencia técnica, asesoría, licencia de patentes y gestión de contratos.Las oficinas de transferencia de resultados de investigación se apoyarán en otra oficina de transferencia de tecnología centralizada en la secretaría general del plan, que será la encargada de coordinar lo que producen todos los centros de investigación públicos, evaluar la viabilidad técnica y económica de los resultados de las investigaciones y establecer el diálogo con los distintos sectores socioeconómicos.

Recientemente han sido creadas oficinas en 15 universidades españolas, y ya venían funcionando, de una forma experimental y con éxito, otras seis oficinas de estas características en otras tantas universidades y organismos. Por ejemplo, la Oficina de Valoración y Transferencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), creada en 1985, cuenta con seis titulados superiores y cinco administrativos. Este centro tuvo el año pasado una contratación de más de 1.500 millones de pesetas.

Resultados concretos

En la oficina del CSIC, que incluye los contratos de investigación, la gestión y la licencia de patentes y actividades de promoción, se han registrado resultados concretos. Uno de los últimos casos se refiere a un empresario gallego explotador de un vivero de plantas que consiguió, gracias a la mediación de esta oficina con la unidad de Fisiología Vegetal del Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia (dependiente del CSIC), la reproducción de plantas -camelias y otras- in vitro mediante descubrimientos netamente españoles en biotecnología.

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