El Gobierno niega información a Francia sobre armas españolas enviadas al IRA a través de Libia

El Gobierno se ha negado a facilitar información a las autoridades judiciales francesas sobre la venta a Libia de proyectiles para cañones sin retroceso, posteriormente desviados en octubre de 1987 para actividades del IRA Provisional. Los proyectiles fueron interceptados en aguas francesas. La negativa se debe a que, según acuerdo del Consejo de Ministros del 16 de diciembre de 1988, se trata de una materia que afecta a la seguridad exterior del Estado. Esta munición fue fabricada por la Empresa Nacional Santa Bárbara que hasta mayo de 1986 exportó gran cantidad de armas a Libia.

Medios franceses no se explican cómo un caso de exportación de ese tipo de armas con implicaciones de grupos terroristas, puede afectar a la seguridad del Estado español, cuando la venta de ese material bélico fue legal, ya que se hizo antes de mayo de 1986. España prohibió en esa fecha la exportaciones de armas a Libia. Además, las fuentes consultadas estiman que, en todo caso, fue Libia quien desvió las armas al grupo terrorista irlandés.Dichos medios no comprenden cómo España, que siempre se ha destacado por su solicitud de apoyo en contra del terrorismo internacional, niega ahora estos datos, especialmente a Francia, país con el que España mantiene un elevado grado de colaboración en la lucha contra ETA.

El caso se inició el 30 de octubre de 1987, cuando la policía francesa apresó en sus aguas territoriales, junto al puerto de Brest, al barco Eksund, de bandera panameña, en cuyo interior había 150 toneladas de armamento, municiones y material de guerra, principalmente metralletas, fusiles de asalto, misiles y lanzamisiles. El cargamento, según las autoridades galas, procedía de Trípoli y es taba destinado al IRA.

En el barco viajaban los irlandeses James Call, James Daugherty y Gabriel Cleary, al parecer miembros del IRA, y Henry Carons y Adrian Hopking. Los cinco fueron detenidos en Francia y acusados de "transportar armas para alterar el orden público mediante la intimidación y el terror". Entre el material incautado figuraban 300 proyectiles de 106 milímetros de calibre para cañón sin retroceso. Este tipo de munición -puede ser contracarro o antipersonal y los proyectiles para el IRA eran del segundo tipo-, había sido fabricada por la Empresa Nacional Santa Bárbara en Granada. Cada proyectil pesa algo más de 16 kilogramos y lleva como metralla 1.000 bolas de acero en resina. Esta munición se presenta embalada en cajas de madera con dos proyectiles envasados individualmente en contenedores de cartón.

Curiosamente, en el envío no había cañones con los que disparar esa munición y que también fabrica Santa Bárbara. Según los franceses, ese hecho hace suponer que ya se habían producido dos o tres entregas anteriores al convoy interceptado y que los cañones podrían haber sido suministrados en una remesa previa.

Fuentes policiales han afirmado que la munición para cañón sin retroceso incautada por la policía francesa fue fabricada en la fábrica de Granada de la empresa Santa Bárbara. Los cartuchos pertenecían a un lote de cerca de 5.000 vendidos principalmente a Libia, aunque alguno fue adjudicado a Chile. La venta, que también incluyó los correspondientes cañones, tuvo lugar, al parecer, entre 1981 y 1982, aunque no se conoce la fecha exacta.