Crisis en la industria cárnica de la provincia de Córdoba
El mantenimiento de la existencia de la peste porcina africana se ha convertido en una amenaza para la supervivencia de las industrias cárnicas situadas en la zona sucia de la provincia de Córdoba, que se ven imposibilitadas para dar salida a su producción.El menos de un mes, ha cerrado el recién inaugurado matadero comarcal de Villanueva de Córdoba, y la empresa Carnes Estellés ha anunciado su intención de despidir a 100 de sus 280 empleados, ya que ha debido renunciar a cubrir 11 de sus rutas comerciales debido a la imposibilidad de trasladar la carne fresca a las zonas que presentan esta enfermedad.
La frontera entre la zona "blanca" y la zona "sucia" de la provincia de Córdoba la establece el río Guadalquivir. El norte de la provincia permanece en cuarentena y se da la circunstancia de que es la comarca del valle de los Pedroches la productora de cerdo ibérico de bellota, el de mayor calidad.
El delegado de Agricultura de la Junta de Andalucía en Córdoba, Cristóbal Lovera, explicó que Córdoba está en condiciones de cortar en unos meses los brotes de peste porcina africana y lograr el año de silencio epizoológico, necesario para que toda la provincia quede exenta de la peste.
De una cabaña de 87.250 animales, se han hecho ya análisis serológicos a 63.990, y sólo se han detectado 771 portadores, ya sacrificados. Esto da un porcentaje de peste porcina que apenas supera el 1%.
Sin embargo, las normativas son inflexibles, de manera que Carnes Estellés, industria cárnica situada en Fuente Obejuna (Córdoba), en zona "sucia", no puede dar salida a la producción -sacrifica una media de 1.000 cerdos diarios-, y sus propietarios afirman que perderán cerca de 2.000 millones de pesetas este año. Éstos son también propietarios del matadero Iccosa, situado junto a la capital cordobesa, pero en la margen norte del río, en zona "sucia". Iccosa, igual que Estellés, trabaja con cerdo blanco procedente de la zona no contaminada, pero no puede sacar la carne fresca de la comarca en cuarentena, por lo que las autoridades cordobesas han expuesto el problema a los inspectores comunitarios en un intento de buscar soluciones y evitar la pérdida de puestos de trabajo.
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