Los fabricantes de armas critican que España tenga la lista de vetos más amplia de Europa

Un informe elaborado por la Asociación de Fabricantes de Material de Defensa (Afarmade) señala que España es el país con la lista más amplia de naciones a las que no puede exportar armas a causa de sus regímenes políticos, y expresa la preocupación de este sector por las crecientes dificultades a la exportación. "En los últimos años", expone, "se ha producido una caída brusca del mercado internacional" de armas, debida, entre otras causas, a "la caída del precio del petróleo", "el endeudamiento del Tercer Mundo", "la saturación del mercado" y "un incremento de la competencia" con precios más bajos, como los ofrecidos por la República Popular China o Brasil.

El estudio no indica expresamente si la conclusión de diversos conflictos armados en el mundo -guerra entre Irán e Irak, enfrentamientos en Angola o alto el fuego en el Sáhara- han influido también en la caída del mercado internacional, aunque varios empresarios responden afirmativamente a esa cuestión.Para los fabricantes de armas, "el mercado internacional es cada vez más duro, competitivo y reducido, pero es necesario estar ahí para complementar lo nacional y asegurar empresas sólidas y con productos competitivos".

La Asociación de Fabricantes de Material de Defensa, que representa a 65 empresas en las que trabajan unas 90.000 personas (aproximadamente el 90% del sector), asegura en su informe que en 1987 las fábricas de armas facturaron unos 170.000 millones de pesetas, de los que 55.000 millones correspondieron a exportaciones.

La asociación pide al Gobierno "una política clara de exportación" y se queja del incremento de "trabas" para conceder licencias de exportación, así como del hecho de que los fabricantes no son consultados a la hora de modificar la legislación en ese terreno.

Afarmade señala en el informe que existe "un exceso de oferta" porque al mercado se han íncorporado nuevos países productores muy competitivos (cita a Israel, Singapur, Corea, Pakisitán, República Federal de Alemania, China Popular, Taiwan o Brasil), cuyos Gobiernos apoyan económica y financieramente a las empresas.

Por el contrario, comentan los autores del referido informe, muchos de los potenciales compradores no disponen de medios económicos suficientes -por la caída del petróleo o las deudas que soportan- o ya tienen suficientemente armados a sus ejércitos.

Riesgos por insolvencia en algunos casos, retrasos en los pagos, contrapartidas exigidas por los compradores o condiciones financieras especiales, asegura Afarmade, han implicado en el tradicional mercado exterior español (los países de Latinoamérica y África) una "sustancial reducción" de los márgenes comerciales.

Esto, agrega, impide acometer las necesarias reconversiones tecnológicas, "ya que el mercado nacional no puede compensarle (al sector) de tantas reducciones ni incluso absorber sus mínimos productivos".

Países de menor riesgo

"Los intentos de relanzar las exportaciones hacia países de menor riesgo (Europa y Estados Unidos) y hacia países nuevos (los de Oriente, especialmente Indonesia, o la República Popular China) nos hace ver más claramente las enormes dificultades y los intereses de toda suerte que existen y que superan muchas veces la capacidad negociadora de las empresas", se afirma en el estudio.Para los fabricantes de armas, de la posición de España en el mercado internacional se deduce que "no se trata precisamente de un país especializado en exportación", cuando la importancia de las ventas al exterior "radica en que son imprescindibles para desarrollar una adecuada industria de defensa".

"Una meta fundamental es la de reducir drásticamente las importaciones e incrementar notablemente las exportaciones", precisa.

En síntesis, Afarmade pide al Gobierno, y específicamente al Ministerio de Defensa, que, para lograr una industria independiente y con alto nivel técnológico, le aporte información para planificar su producción, fomente la investigación, integre las industrias nacionales en programas aliados -hoy España participa en 23- y apoye la exportación.

Estos puntos figuran en el programa ya expuesto hace años por el Gobierno a los fabricantes, pero, en opinión de éstos, no se están cumpliendo y, por el contrario, se está creando "una inquietud que paraliza al sector" de fabricación de armas.