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El 'espacio sevillano' del presidente

Al finalizar la conferencia de prensa que clausuraba oficialmente la cumbre, Felipe González y Helmut Kohl salieron, sin que nadie lo advirtiera y con una reducida escolta, por una puerta trasera del recinto de los Reales Alcázares y, tras atravesar los jardines de Murillo por el callejón del Agua, se introdujeron en el barrio de Santa Cruz.El presidente González, que durante esta cumbre ha dado la impresión de encontrarse en muy buena forma, pareció querer recobrar ayer su espacio sevillano, en vista de la pasión y el entusiasmo que le quería transmitir a Kohl sobre su Sevilla, lo que ocasionaba graves problemas a los traductores. Estos problemas se agudizaban especialmente cuando González se tropezaba con algún viejo conocido que, ante su sopresa, era presentado por el presidente al canciller alemán. "Te voy a presentar aquí al canciller de la RFA", les decía González a unos conocidos suyos que no salían de su sopresa.

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Después, frente a la puerta de la catedral, unas gitanas regalaron flores a los dos mandatarios y quisieron leerles la buenaventura, a lo que éstos se resistieron. González y Kohl entraron en la catedral, y el presidente español hizo de anfitrión, mostrándole al canciller alemán una de las tumbas que se supone guardan los restos de Cristóbal Colón. En esta situación, González pidió ayuda a uno de los guías oficiales de la catedral, que tampoco logré aclarar el enigma del destino de los huesos del gran almirante de Castilla.

La seducción que emana del coto de Doñana parece haber funcionado por tercera vez, después de que el presidente francés, Frangois Mitterrand, y el jefe del Gobierno portugués, Aníbal Cavaco Silva, se rindieran ante sus encantos.

De esta seducción es prueba la declaración de amistad expresada por Kohl durante la conferencia de prensa. "A pesar de que vengamos de dos partidos diferentes", dijo el canciller alemán, "González y yo hemos desarrollado una gra n amistad personal".

En esta ocasión además, González quiso romper una lanza por su "tierra chica", como dijo durante la conferencia de prensa, y consiguió arrancar la promesa de Kohl de que la RFA hará todo lo posible para que su presencia en la Exposición Universal de Sevilla de 1992 sea de primera magnitud.

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González citó al poeta León Felipe durante el brindis de la comida que clausuraba la cumbre. "En Europa", dijo, "hemos conquistado la patabra como instrumento de comunicación entre nosostros".

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