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Un 'Kamikaze'

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Nunca fue incondicional la integración de Cassavetes en la industria de Hollywood. Su obra en ella (Faces y en parte Husbands son secuelas directas de su legendaria Sombras, filme emblema del underground neoyorquino, capitaneado por Jonas Mekas y Andy Warhol) abrió camino a algunos de los cineastas posteriomente considerados independientes, desde Coppola a Scorsese, Rudolph o Jarmush.Cuando parecía haberse adaptado a la industria, Cassavetes se las ingeniaba (o era arrastrado por su vigorosa personalidad) para, introducir en sus filmes algo que rompía con la ilusión de esa adaptación aparente y hacía de él una especie de kamikaze dentro del sistema, un explosivo infiltrado en él. La sombra de su Sombras gravitó sobre todo cuanto hizo después.

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Con Cassavetes desaparece uno de los escasos 'autores' de Hollywood

La obsesión por la libertad del actor nunca le abandonó. Se acentuó incluso después de su matrimonio con la actriz Gena Rowlands. Se cuenta que, como Welles, llenaba de negativo los chasis de las cámaras, dejaba suelto al actor y hacía que la cámara se adaptase a él y no al revés, como es norma de los directores convencionales. Esto encarecía sus películas, baratas por su inmediatez argumental, y las hacía impredecibles, como si no estuvieran enteramente acabadas o su forma definitiva surgiera durante el rodaje.

Fue por ello un cineasta insólito, como insólita fue su función de autor en un mundo de traductores de guiones.

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