El viceministro yugoslavo de Defensa advierte del riesgo de destrucción del país
"Los comunistas en el Ejército conscientes de sus obligaciones constitucionales se han encontrado en una situación delicada. Ellos están disponibles, junto con otras fuerzas progresistas de la sociedad, para defender la integridad y prevenir la destrucción de Yugoslavia", advirtió ayer Stane Brovet, el viceministro de Defensa, en la sesión plenaria del Comité Central de la Liga de los Comunistas Yugoslavos.
Brovet lamentó la incapacidad del partido para encontrar una solución de la crisis y deploró las tendencias "separatistas, confederalistas y unitaristas" y la escalada del nacionalismo. Se mostró preocupado porque en las últimas instancias "la integridad territorial y el orden constitucional" podrían ser afectados.Según la Constitución yugoslava, el ejército se compromete a defender la integridad territorial, la independencia, el orden constitucional y el sistema sociopolítico. En el contexto actual, cuando las diferencias ideológicas separan abismalmente a los dirigentes políticos yugoslavos, las palabras de Brovet sonaron como una advertencia, sobre todo si se toma en cuenta que durante los dos días de la sesión plenaria, donde hablaron decenas de los miembros del comité central, no ha hablo una sola propuesta que pudiera unir a todos los yugoslavos. Largos monólogos se sucedian, se buscaban los orígenes de la crisis, se intercambiaban las acusaciones por la misma, pero nadie ha logrado superar las divisiones existentes.
Preocupado por los acontecimientos, Brovet dijo: "En algunas partes del país, la situación escapa al control y se ha convertido en caótica". Por otra parte, Peter Simic, jefe de los comunistas del Ejército, insistió el lunes pasado en "que el uso de la razón debería prevalecer por encima de las euforias y las tempestales irracionales". Asimismo subrayó que "si alguien ha declarado la batalla por Yugoslavia, ésa no se llevaría a cabo sin el Ejército".
Los militares han mantenido un bajo perfil en la política yugoslava de posguerra, aunque sus representantes se encuentran en todas las instancias del poder. Actualmente se hallan en una situación dificil, ante lo problemático que resulta defender un sistema sociopolítico del que existen diferentes visiones. Frente a la amanaza de la "catástrofe", los militares autoasumieron el papel de la fuerza unificadora. Sin embargo, su intervención en la vida civil parece todavía remota. Su actividad política futura depende en gran medida de la capacidad de los líderes para salvar la integridad del país.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.