Bolivia y el narcotráfico

En dos oportunidades, el diario de su dirección ha publicado, primero una crónica de su corresponsal en La Paz, señora Azcui, y luego una nota subjetiva del propio periódico, en relación al grave asunto del narcotráfico en Bolivia. La crónica de la corresponsal se apoya en las afirmaciones de un personaje caracterizado por sus vinculaciones de defensa del narcotraficante Suárez Gómez, que cumple prisión por delitos comprobados y que tienen esa tipicidad penal. El señor Paredes, autor de esas infamias sin prueba alguna, y sólo aspoyado en su afán morboso exhibicionista, menciona al presidente del Consejo de Lucha contra el Narcotráfico, a la embajada de los Estados Unidos (DEA), a un diputado nacional y al viceministro del Defensa Social del Ministerio del Interior en una forma absolutamente inconsistente y alejada de toda aptitud probatoria y afirmado solamente en el infundio calumnioso. Estas viles consejas las rechazo frontalmente y ante el daño moral que ellas pudieran ocasionar no sólo a los funcionarios y entidades señaladas, he iniciado el juicio criminal correspondiente cuya demanda le adjunto para su conocimiento.Este asunto, sin embargo, tiene una clara inspiración: atacar por la vía fácil de la calumnia y la difamación a quienes hemos asumido, con el riesgo de nuestra propia existencia, una actitud de combate frontal contra el narcotráfico. Somos blanco de un ataque de las maflas del crimen organizado que quieren lesionar la ética política de un gobierno, como el boliviano, que ha dado muestras concretas y objetivasde su decisión de combatir sin cuartel a este horrible delito. Ni la doneidad del acusante tal vez enajenado por defectos emocionales o mentales, ni la versión irresponsable de sus afirmaciones, pueden ser materia que se incribe en una seriedad informativa aceptable. Es en este contexto que ruego que se publique esta rectificación, frente a la infamia.

Finalmente parecería artera la pretensión de vincular en este sucio negocio a quienes desde la presidencia de la reciente conferencia de las Naciones Unidas hemos contribuido sustantivamente a que la comunidad de naciones apruebe una convención eficaz que constituya la norma universal que habilitará a los Estados a emprender seriamente la lucha definitiva contra este delito inescrupuloso y feroz- Guillermo Bedregal Gutiérrez. Ministro de Relaciones Exteriores y Culto.