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Kohl ordena que se investiguen las conexiones con la fábrica química libia

El canciller federal alemán occidental, Helmut Kohl, exigió ayer una investigación exhaustiva sobre la implicación de compañías alemanas en una planta química en Rabta, Libia, destinada, según todos los indicios, a la producción de armas químicas. El Gobierno anunció la elaboración de una legislación severa que incluya penas de prisión para todo aquel que fabrique armas químicas o biológicas en la RFA o colabore en su producción en el exterior.

El pasado miércoles, tras semanas de desmentidas y declaraciones contradictorias, el Gobierno de Bonn reconoció que la fábrica de Rabta puede utilizarse para la fabricación de armas químicas.

"Hay que investigar hasta el final. No puede quedar oculto nada" en este asunto, dijo el canciller. La gestión de Kohl en la crisis que ha provocado en Bonn la implicación de empresas alemanas en la planta química de Libia ha sido tan deplorable no se excluyen consecuencias políticas graves a medio plazo para el canciller. El escándalo que supone que la RFA suministre productos para la fabricación de gases letales a un país cuyo gran enemigo es Israel ha socavado la confianza en Bonn de sus aliados en la OTAN y ha supuesto un duro golpe para las relaciones germano-israelíes.

El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) pidió a Kohl que comience por sí mismo la tarea de esclarecimiento. El parlamentario verde Otto Scilly acusó a Kohl de haber provocado un grave perjuicio a las relaciones entre la RFA y Estados Unidos. Kohl, acusado de docilidad extrema e incluso servilismo hacia ese país en el pasado, se ve ahora atacado por minar las relaciones con Washington al ignorar los datos que EE UU le suministró hace ya meses sobre la fábrica de Rabta.

Nuevas leyes

El jefe del Gobierno alemán anunció que antes de Semana Santa estarán listas las nuevas leyes sobre la exportación de productos que requieren permisos. Éstas preverán penas más duras contra los directivos de las compañías que las violen.El semanario Der Spiegel informa en su edición de hoy que la compañía Siemens está envuelta en el escándalo, y que la República Democrática Alemana también participó en la construcción de las instalaciones. Siemens confirmó ayer el siministro de material electrónico a la planta de Rabta, y aseguró que partía del supuesto de que el material se destinaba a Hong Kong. Periodistas occidentales descubrieron contenedores de Siemens en el recinto de la fábrica de Rabta el pasado 7 de enero.

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Según Der Spiegel, la compañía Siemens suministró aparatos de medición y regulación por valor de 2,5 millones de marcos. Por otra parte, el fiscal de Darmstadt que investiga desde 1987 la implicación de una compañía estatal de la RFA en la fabricación de armas químicas en Irak ha manifestado que "es muy probable que esta planta sirviera para la fabricación de gases letales".

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