El 'operófilo implacable'

Un operófilo implacable asistió anoche -entre la familia real; el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors; varios ministros del Gobierno español, no su presidente, y otras personalidades- a la gran gala lírica celebrada en el Auditorio Nacional de Madrid, dispuesto a no perdonar fallo alguno que viera. En los pasillos, mientras el implacable tomaba asiento, se producían comentarios. Alguien preguntaba: "¿Por qué la soprano Enedina Lloris está sentada en el patio de butacas como espectadora y no forma parte de la lista de participantes?". Otro decía: "Plácido Domingo tenía hoy función en el Metropolitan, y Teresa Berganza, mañana en Suiza".Pero la pregunta más extendida, avivada por unas declaraciones de Alfredo Kraus, planteaba si era procedente que en una gala de este alcance se presentase una joven tan joven como Isabel Rey, de 22 años. El operófilo implacable ya había tomado asiento para entonces y Montserrat Caballé y Kraus iniciaron las intervenciones. No pasó nada, pero luego le tocó el turno a la joven soprano, Ana María González, que cantó correctamente un fragmento de La sonánbula, aunque a un nivel inferior al de sus antecesores. Fue tras su actuación cuando una voz rugió: "¡Esto era una gala de grandes figuras!".

Se hizo el silencio, y las personas generosas que se habían congregado para asistir a la gala se pusieron en vilo, haciéndose la siguiente pregunta: "¿Perdonaría el operófilo implacable a la jovencisima voz de Isabel Rey, de 22 años?". Isabel Rey salió a escena con un vestido negro coronado de rojo en las hombreras, y, aunque empezó insegura, salió airosa del paso. "Es una chica que promete", dijo luego Kraus, "pero los elementos jóvenes necesitan otros ambientes; un jugador de fútbol no juega en la selección desde el principio". A lo que responde Isabel Rey: "Todo el mundo tiene una primera vez, incluso Kraus la tuvo. No comprendo el problema que expone. Mi primera vez es una gala; la de otros, un teatro. Montserrat Caballé y su hermano han confiado en mí, y yo he intentado simplemente demostrar a todos que he nacido para esto". Montserrat Caballé dijo: "Lo ha demostrado. Estoy convencida".

El operófilo implacable, por su parte, no lanzó ningún alarido tras la actuación de Isabel Rey, que tuvo anoche su gran día, en un acto retransmitido en directo por Televisión Española, y que será comercializado en imagen y sonido. Según las primeras estimaciones, se han recaudado en taquilla 20 millones de pesetas. Algunos empresarios pagaron 25.000 pesetas por su entrada. La recaudación y los beneficios de la comercialización serán para programas sociales de la Cruz Roja en Latinoamérica y a la Fundación José Carreras contra la leucemia.