El Gobierno canario acudirá a los tribunales internacionales

El Gobierno autónomo de Canarias esta dispuesto a acudir a los tribunales internacionales para defender su postura en la polémica paralización del desarme arancelario en las islas con respecto a los países de la Comunidad Europea (CE). El presidente del Ejecutivo regional, Lorenzo Olarte, del CDS, que tomó posesión de su cargo el pasado miércoles, indicó ayer que "sólo un gesto de buena voluntad de Madrid para compensar de forma justa a los cabildos sería correspondido consecuentemente por Canarias".

En opinión del secretario general del PSOE en Canarias, Jerónimo Saavedra, cabe esperar que Madrid requiera formalmente al Gobierno canario para que cumpla estrictamente la ley, obligándole a levantar dicha suspensión. Frente a la primera impresión de un ataque a Bruselas, Olarte quiso dejar claro que se trata de una medida de presión "únicamente ante Madrid".

De otra parte, el presidente del Cabildo de Tenerife, Adán Martín, de las Agrupaciones Independientes de, Canarias (AIC), advirtió que estas corporaciones insulares recurrirán, asimismo, a los Tribunales Constitucional y Supremo para reclamar que el Estado cubra el déficit acumulado durante los últimos tres años (unos 11.000 millones de pesetas) a causa que la reducción porcentual de los arbitrios (impuestos propios). Los tipos de este gravamen sobre el lujo y la entrada de mercancías han sufrido sucesivos recortes anuales, desde 1986, hasta situarse en el 62,5% de su valor inicial.

Dicho desarme progresivo está motivado por la integración de la islas, con un régimen económico y fiscal especial, en la CE y finalizará al término del periodo transitorio de la adhesión. Las arcas de los cabildos y los ayuntamientos de las islas dependen en un 607. de dichos ingresos. Estas corporaciones no han logrado un acuerdo con el Gobierno central para corregir esta minoración de ingresos con cargo al Estado.

Primera medida

La medida del Gobierno canario, la primera que adopta bajo la presidencia de Olarte, ha provocado un clima de enfrentamiento con Madrid y ha supuesto cierto contratiempo para la presidencia española de la CE. Frente a las críticas de los socialistas de las islas, que la han calificado como un "arranque de nacionalismo repentino" y han acusado al Gobierno de incurrir en prevaricación, Olarte declaró ayer que "es injusto que nos rasguemos las vestiduras por este incidente ignorando otros precedentes de disensión en el seno de la CE y no nos unamos todas las fuerzas políticas para asegurar el futuro de nuestros cabildos".

Ante el silencio de Madrid, hasta el momento, el presidente canario confía en que se abra un periodo de negociación para buscar una salida.