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El grupo Alchimia lleva sus diseños neomodernistas a la galería Moriarty

Alessandro Guerriero cree que la belleza es básica en los objetos

El grupo milanés Alchimia, uno de los más importantes del diseño moderno, expone estos días una colección de objetos de mobiliario y decoración en la galería Moriarty de Madrid. Bajo el epígrafe de Ollo -término carente de significado-, se exhiben mesas, cuadros, tapices, estanterías y muebles-bar de fuerte colorido y acabado artesanal, dentro de un montaje que pretende transportar al espectador a la magia de los cuentos infantiles.

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Toda el espacio de la galería Moriarty ha sido transformado para una exposición en la que cada objeto necesitaría una habitación propia para poder ser apreciado en su justa medida. Todas las piezas han sido creadas expresamente por Alchimia para esta exposición en Moriarty, actividad que realizan habitualmente. Espejos, pintura de vivos colores, madera y lana son algunos de los materiales básicos con los que ha sido elaborada la mayor parte de unos muebles. El prestigio de estos diseñadores es tal que algunos de los muebles han sido vendidos antes de ser expuestos al público.Alessandro Guerriero es un milanés de 45 años que, junto a su hermana Adriana, fundó en 1976 el grupo Alchimia. El primer objeto que presentaron al público fue la Poltrona de Proust, una butaca repetidamente exhibida y premiada que les abrió las puertas de las tiendas, galerías y museos más importantes del mundo. Desde entonces, su creatividad ha penetrado en todos los resquicios posibles, yendo desde las exposiciones hasta los vídeos y pasando por el mobiliario, la ropa, las revistas o los edificios.

Alessandro Guerriero explica que el grupo que, él lidera ha trabajado siempre con una libertad total debido a que han podido zafarse de las exigencias que puede imponer la realización en fábrica. "Cada objeto que creamos lo reproducimos entre 30 y 50 veces y siempre con métodos artesanales. Aprovechamos que la actividad artesanal se estaba perdiendo y recurrimos a los especialistas de una zona próxima a Milán en la que es fácil encontrar todavía gente que pinta, pule o realiza mosaicos con sus propias manos. Esto nos permite un acabado perfecto en todos nuestros objetos".

Sin vanguardia

Cuando se le pide a Alessandro Guerriero que defina el tipo de objetos que diseña su grupo, ante todo advierte que quiere huir del término vanguardia."Decoramos nuestros objetos con un trazado que es como un alfabeto muy simple, muy primario" señala. "Buscamos una superficie muy similar para nuestras piezas porque es interesante que tengan algo en común. Ese trazado está carente de significado. Es bonito y eso es lo que nos interesa. Puede que sea una postura algo conservadora, pero creo que lo más bonito está en la piel de las cosas, porque éstas no son forzosamente lo que son sino que tienen el uso que nosotros queramos darles".

Consecuente con ese espíritu práctico, Guerriero asegura que no cree que el diseño influya en el desarrollo de la vida cotidiana. "El mueble tiene una función muy clara: ser lo más bella posible, y la forma que le des no determinanada en tu vida diaria. Puede influir su colocación, pero ahí está la decisión personal de cada cual, y para eso lo de menos es que el objeto en sí lleve una forma o una textura determinada".

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