Los almacenes, más afectados que las naves de producción
La mayor parte de los incendios importantes registrados en empresas textiles catalanas durante los últimos meses han afectado fundamentalmente a los almacenes donde se guardaba la materia prima y las existencias de productos elaborados y, en muchos casos, el fuego no se inició ni afectó a las plantas de producción de las empresas.
Éste es el caso de los incendios más importantes producidos en los últimos días: la factoría Bartolomé Gomila Jaume, que ardió en la madrugada de ayer en Mataró, y la industria Nerva-Nerpel, de Olesa, que se originó el martes. La dirección de la empresa de Olesa manifestó su intención de reabrir la fábrica en 15 días.
El siniestro producido el viernes 30 de diciembre en la empresa Dertex, de Sabadell, afectó igualmente a sus depósitos de existencias. La actividad principal de esta firma es el almacenaje de borras, fibras y lanas, que realiza en unas naves de 700 metros cuadrados.
Un dato persistente
De similares características es la empresa donde se inició el incendio ocurrido en Terrassa el 28 de diciembre pasado, que afectó en total a cuatro industrias textiles. El fuego comenzó en los almacenes de la empresa Utset, en la que sólo trabajan tres empleados y cuya principal actividad se centra en el almacenaje de algodón, según informa Antoni Font. Este siniestro se expandió a tres industrias adyacentes.
La única excepción a esta coincidencia de los incendios producidos en la última semana es el de la empresa Espona, de Monistrol, que afectó a toda la industria, cuando se encontraba en plena producción tras haber culminado la renovación de su maquinaria.
También en los incendios producidos con anterioridad a la racha de los últimos días se observa que el fuego afecta particularmente a los almacenes de existencias. Por ejemplo, en el área del Vallès se han producido desde julio pasado seis incendios de importancia, según informa Manuel Moreno. Además de la ya mencionada Dertex, el 15 de diciembre ardió la empresa Punsasa, ocupada principalmente por almacenes que ya habían ardido el 20 de noviembre de 1986 a causa de un cortocircuito, según el informe técnico elaborado en aquella ocasión. En la misma Sabadell, habían ardido el 10 de diciembre los almacenes de la empresa BILSA.
El 30 de agosto pasado ardió un gran almacén de 1.500 metros cuadrados de la empresa Farrés, SA, de Castellar del Vallès, donde se almacenaban moquetas, guatas y fieltros. Apenas dos semanas después, el 13 de septiembre, ardió otro almacén de moquetas de esta misma empresa situado junto al anterior. El día anterior, 12 de septiembre, se había incendiado el almacén de la empresa Jaume Moix, de Sabadell, que tiene 60 trabajadores.
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