La clase política resta importancia al permiso del ex teniente coronel
Los partidos políticos dieron ayer muy poca importancia a la noticia del permiso concedido a Antonio Tejero. Las secretarías u oficinas de prensa de Antonio Hernández Mancha (AP), Adolfo Suárez (CDS), José María Benegas (PSOE) y Julio Anguita (PCE) justificaron el silencio de sus jefes con alegaciones tales como encontrarse de vacaciones o no considerar el asunto de suficiente interés. Otros dirigentes aceptaron comentar la noticia, pero sin darle relieve.
"No creo que haya que dar ninguna trascendencia a la concesión de un permiso para un acto de este tipo", declaró el presidente del Partido Liberal, José Antonio Segurado, quien calificó de "razonable" la concesión de un permiso, si se dan las circunstancias que concurren en este caso y el hecho de haber observado una conducta normal.
El término "razonable" fue igualmente utilizado por Javier Rupérez, presidente de la Democracia Cristiana, quien entiende que la autorización para la asistencia del ex teniente coronel a la ordenación sacerdotal de uno de sus hijos "es un detalle humano que no implica ninguna otra cosa", por lo que se muestra favorable a la concesión del mismo.
"¿Pero quién es Antonio Tejero?", exclamó el portavoz de la Comisión de Justicia de Alianza Popular, José Canyellas, al ser preguntado. "Es un recluso como otro cualquiera de los 36.000 que hay en este país, que ha sido condenado por un delito grave en grado de frustración. Hay presos que se han cargado fisicamente a dos o tres personas y nadie pregunta por ellos cuando se les conceden permisos penitenciarios".
El diputado de AP descartó toda posibilidad de que el permiso a Tejero sea un gesto calculado para compensar la política de reinserción de etarras. "No tiene absolutamente nada que ver una cosa con otra", aseguró. "Las decisiones sobre reinserción corresponden al Gobierno, mientras que este permiso ha sido concedido por un juez militar".
Falta de información
Miembros de la dirección del PCE se limitarorr a expresar su enfado por la falta de información gubernamental acerca del tratamiento.del problema golpista. Juan Berga, portavoz oficial del dicho partido, afirmó: "Este permiso no nos gusta, porque no pueden tratarse por igual todos los delitos, y no cabe olvidar que se trata de una persona que cometió el más grave de los que pueden realizarse contra la dernocracia". Y añadió que el problema esencial es la falta de información del Gobierno respecto al tratamiento de problemas importantes, como las secuelas del intento golpista: "Ellos (por el Gobierno) se lo guisan, ellos se lo comen y luego se despiertan con una huelga general".
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