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Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Veinte años después

El enorme poder de comunicación del cine hace que los regímenes dictatoriales se ensañen con más virulencia, si cabe, en sus actitudes de censura cinematográfica. En la Unión Soviética, cineastas tan magníficos como Andrei Tarkovsky, Andrei Mijalkov-Kontchalovski, Elem Klimov, Alexei Guerman, Tenguiz Abouladze o Serguei Paradjanov tuvieron problemas con los burócratas vigilantes de la ortodoxia oficialista del sistema. Hoy, la obra de estos mismos cineastas sirve para promocionar la perestroika, política que ha permitido recuperar La comisaria, filme al que las anteriores autoridades soviéticas habían calificado como nefasto hace poco más de 20 años, y al que los nuevos aires de Gorbachov resucitaron en el festival de Moscú del pasado año.La comisaria, rodada en 1967 por Alexandre Askoidov, su primera y hasta ahora única realización fílmica, fue una de las triunfadoras del pasado festival de Berlín, donde obtuvo el Oso de Plata, el premio de la Fipresci, y el del jurado, ecuménico. Su argumento se basa en la obra del judío soviético Vasili Grossman En la ciudad de Berdichev, que sufrió la campaña antisemita que tuvo lugar en la URSS desde 1949 a 1953.

La comisaria

Dirección y guión: Alexandre Askoldov. Fotografía: Valeri Grossman. Música: Alfred Schnitke. Producción: Estudios Gorki. Unión Soviética, 1967. Reconstrucción Estudios Mosfilm, 1987. Intérpretes: Nona Mordioukova, Rolan Bykov, Raisa Nedachkoskaia, Ludmilla Volynskaia, Vasili Schukschin. Estreno en Madrid, cine Renoir (versión original).

La acción de este bellísimo filme tiene, lugar en 1922, en Ucrania, durante los enfrentamientos entre el Ejército Rojo y el zarista. Su protagonista es una comisaria del pueblo, revolucionaria ejemplar, a la que la maternidad apartará del conflicto, convirtiéndose en huésped forzosa de una familia judía.

El espléndido trabajo de la actriz Nona Mordioukova tiene adecuada réplica en la interpretación de Rolan Bykov (que puede ser recordado por sus apariciones en Cartas de un hombre muerto y Control en los caminos) y la realización de Askoldov, que pasa factura al antisemitismo soviético, goza de emotividad y virtuosismo personal, que enlaza con la tradición de los grandes maestros del cine soviético Eisenstein, Dovjenko y Pudovkin.

El actor Roland Bykov que ha actuado en más de 100 películas, y ha demostrado también su sensibilidad y fino humor en su faceta como realizador, es en la actualidad responsable de la producción de películas infantiles en Mosfilm, estudios que han acometido la necesaria labor de reconstrucción de La comisaria. Nona Mordioukova, actriz que fue dirigida por Mikhalkov en Los parientes y ha triunfado en los escenarios teatrales demostró su talento desde sus inicios en el cine, pues en su primer papel protagonista, La joven guardia, obtuvo el premio del Estado de la URSS.

La peripecia humana que plantea La comisaria está perfectamente integrada en un contexto político e histórico determinado, donde se equilibra con acierto lo épico y lo lírico, en una envoltura plástica que posee momentos de sobresaliente virtuosismo, cuyo resultado, lejos de la frialdad académica, logra transmitir cálida emoción.

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