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Nuevo ensayo de jurado para mostrar la eficacia ciudadana en la justicia

La Audiencia Provincial de Segovia dejó ayer visto para sentencia un juicio en el que, de forma experimental, ha intervenido un jurado -no vinculante- integrado por cuatro mujeres y cinco hombres con una media de edad de 30 años, contra el ciudadano marroquí Mohamed Ben Said Ben Slimane Berazal, de 60 años, acusado de un delito de homicidio y para quien el fiscal pide 15 años de cárcel. El ensayo reanuda otras experiencias realizadas y pretende mostrar que la puesta en marcha del jurado no incrementará el actual atasco judicial, argumento esgrimido desde el Gobierno para no implantar esta institución.

El jurado, integrado en su mayor parte por estudiantes de derecho, una ama de casa, una empleada de hogar y otros profesionales, siguió la vista oral desde unas sillas colocadas en forma de hemiciclo delante de la presidencia de la audiencia, frente al procesado. Para la elaboración de su veredicto, que se dará a conocer una vez hecha pública la sentencia de la audiencia, deberá responder a un cuestionario elaborado por los magistrados en función de los hechos discutidos.Al término del ensayo, el presidente del tribunal, Cándido Conde-Pumpido Tourón, resaltó que la experiencia había sido muy positiva y que, dadas las complejas cuestiones jurídicas a resolver, pone de relieve la viabilidad de este sistema en la justicia española. Conde-Pumpido entiende que el jurado debe estar instaurado en España antes de dos años, junto con la reforma procesal global que prepara el Ministerio de Justicia.

Discusión entre familias

Según las conclusiones del fiscal, el procesado, Mohamed Ben Said Ben Slimane Berazal, de 60 años, nacido en Berkane (Marruecos) y con residencia en París, regresaba de su país de nacimiento el día 25 de agosto de 1987, acompañado de su esposa y de sus diez hijos. En la localidad segoviana de Cerezo de Abajo, cerca de la carretera Madrid-Irún, Slimane Berazal y su familia se detuvieron para reparar el vehículo en que viajaban y pernoctar en las inmediaciones del taller de reparaciones. En el mismo lugar y con la finalidad de descansar del viaje de retorno, se detuvo Ahmed Acharki Lanjir, de 51 años, nacido en Tánger, con su esposa y sus cinco hijos.Sobre las 20.00 horas se inició una discusión entre personas integrantes de ambas familias y el intercambio de frases inicial se transformó en empujones y forcejeos. En ese momento, el procesado tomó en sus manos un palo y golpeó fuertemente en la cabeza de Ahmed Acharki, con intención -siempre según la versión del fiscal- de acabar con su vida. A causa de las múltiples lesiones producidas, el herido entró en coma profundo y falleció cuatro meses después.

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