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Datt Tiwari: "La corrupción es endémica en la India"

El jefe del Gobierno de Uttar Pradesh cree que no hay alternativa al Partido del Congreso

Narayan Datt Tiwari, jefe del Gobierno de Uttar Pradesh, el Estado más poblado de la India, afirma que la "corrupción es un mal endémico" nacional, pero que "no hay que exagerarlo". Experimentado político, que ya había ocupado este mismo cargo y diversas carteras en el Gobierno de la Unión, entre ellas Asuntos Exteriores y Finanzas, fue reenviado a Uttar Pradesh en junio pasado, después de que se encendiera la alarma en las filas del gobernante Partido del Congreso, al perder unas elecciones parciales en su ex feudo de Allahabad (Uttar Pradesh).

ENVIADA ESPECIAL, Tiwari, de 63 años, considerado uno de los "pesos pesados" del Congreso y un estrecho colaborador del primer ministro, Rajiv Gandhi, asegura desconocer cuándo se celebrarán las próximas elecciones generales. El calendario legal las sitúa en diciembre de 1989, pero la amenazante unión de los partidos opositores y el despliegue electoral realizado por Gandhi en las últimas semanas hace prever su adelantamiento.En su despacho de Lucknow, capital de Uttar Pradesh y centro cultural desde el imperio de los mogoles, Tiwari conversó con la enviada de EL PAÍS rodeado de tres de sus ministros. Un sexto de los 800 millones de indios vive en este Estado, conocido como UP, con una superficie no mayor que tres quintos de España y del que se dice que produce el 10% de la agricultura nacional y el 90% de los políticos. Desde las familias Nehru y Gandhi hasta el actual jefe de la oposición, V. P. Singh, todos proceden de UP, Estado que cuenta con 85 escaños de los 540 de la Lok Sabha (Camara baja).

Tiwari es el artífice de la campaña que en las elecciones de 1985 dio al Congreso 83 de esos escaños. Ahora ha vuelto a ser puesto al frente del Estado porque de UP, más que de ningún otro, depende el que Rajiv Gandhi, acosado por la oposición y por las denuncias de corrupción, pueda seguir al frente del ejecutivo. El sur de India, más rico e industrializado, está ya casi totalmente en manos de la oposición.

Este hombre, cuya temprana dedicación política le llevó a las cárceles de la dominación británica de la India, tacha la corrupción de "mal endémico" de la sociedad india, pero desdeña las acusaciones de la oposición en ese sentido y asegura que "no debe de exagerarse" al respecto para que la gente no se sienta temerosa de su entorno. "No debemos de tener miedo. Pero debemos comprometernos en desmantelar la corrupción".

El ejemplo paquistaní

Numerosos observadores ven en las elecciones del vecino Pakistán -con la ascensión al poder de Benazir Bhutto- el cambio radical y la necesidad de poner freno a la corrupción que esta sociedad busca.

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En Pakistán se votó por el fin del militarismo que ha dominado desde la independencia, en el año 1947. En la India sería el fin de una dinastía iniciada con Jawaharlal Nehru y continuada por su hija Indira Gandhi y ahora por su nieto Rajiv.

Tiwari, por el contrario, afirma que, de aplicarse a la India el fenómeno paquistaní, significaría la voluntad popular de que continúe "la tradición de la herencia familiar política". Insiste en que Benazir Bhutto, al igual que Indira Gandhi, ha llegado al poder como reflejo de la imagen de su padre y descarta tajantemente la posibilidad de sustituir a Rajiv Gandhi como líder del Congreso.

"En una democracia, por supuesto, hay siempre gente que quiere cambiar. Pero un cambio hacia algo mejor, y no a peor. Un cambio desordenado significa el caos y no creo que los indios estén a favor de ese cambio. No existe un programa alternativo al Congreso", afirma TIwari.

"La combinación de partidos de diferentes colores e ideologías -continúa- no puede dar forma a una ideología común. No se puede ser capitalista y marxista al mismo tiempo. No tienen (los siete partidos de la oposición agrupados en el Frente Nacional) un programa nacional. Son básicamente regionalistas en su contenido y en su enfoque. Les falta la visión general que se necesita para el liderazgo. Puede que formen un Gobierno, pero no tendrá consistencia".

Tras declararse "hijo de una generación fascinada por los logros democráticos de la República española", Tiwari añade: "Puede haber gente que esté temporalmente enfadada con el Congreso, pero en el fondo de nuestro corazón sabemos que sólo el Congreso puede mantener unida la India bajo los principios de la democracia y la secularización". Para Tiwari, es inconcebible que V. P. Singh, Arun Nehru y otros ex miembros del Congreso hayan abandonado esta ideología para sumarse a una "banda heterogénea".

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